La política general del gobierno mexicano para importar gasolinas, se ha sustentado en los últimos 30 años, en la repetición frecuente de que no es rentable construir refinerías en México: Difícil de asimilar que en el mundo se refinen 80 millones de barriles de crudo diarios sin obtener beneficios. Somos un país petrolero que aplica una estrategia energética de dependencia, al importarde la Unión Americana la mitad de las gasolinas que consumimos. Grave error el prácticamente nulo avance en 3 años, de la proyectada Refinería de Tula.
Para abundar un poco en datos históricos recientes, Pemex informa que el año pasado importó aproximadamente 700 miles de barriles diarios de productos petrolíferos (gasolinas), y pagó un excedente, sobre el precio del crudo que exportamos, de 19 dólares por barril. Esto significa que se erogó un valor total por costo de la refinación de 4,650 millones de dólares.
También es una realidad que para evitar la importación de este mismo volumen de petrolíferos adquirido en 2011, se requieren dos refinerías de alta tecnología, que implican un costo total de inversión de 20,000 millones de dólares. En un crédito obtenido a 20 años con una tasa de descuento de 6% anual, se pagarían anualmente 1,750 millones de dólares, para amortizarlo.
Cabe preguntarse como es que se llega a la conclusión que no es rentable esta inversión en refinación, si después de restar los costos de amortización de la inversión y los gastos de operación de las dos refinerías, dejarían una ganancia anual de 1,500 millones de dólares.
Además, debemos estar conscientes del beneficio que implicaría para nuestro México estimular la economía interna y el empleo, al invertir directamente 20 miles de millones de dólares: Participarían en esta magna construcción cientos de empresas mexicanas y decenas de miles de trabajadores de múltiples especialidades.
Otro aspecto que frecuentemente menciona el gobierno federal es que los subsidios a la gasolina son muy importantes. Pienso que es necesario que nuestro gobierno federal redefina su concepto de subsidio: En el año 2011 Pemex gastó en promedio 10 dólares por extraer cada barril de crudo y exportó la mitad de lo que produce a 100 dólares por barril. Si ya el gobierno está obteniendo de los ingresos de Pemex 700 miles de millones de pesos en impuestos, cual es el razonamiento que emplea para hacer creer que está subsidiando la gasolina, por el solo hecho de que se introduce el crudo al mercado interno mexicano a menos de 100 dólares por barril. Considero que el gobierno está intentando cargar más impuestos a las empresas y ciudadanos mexicanos, sin importarle sus efectos en su competitividad y bienestar.
Y para quienes se muestran escépticos sobre la factibilidad de que un nuevo gobierno federal, que realmente atienda su compromiso democrático, pueda ahorrar 800 miles de millones de pesos al año, me permito citar que en el año 2000, el presupuesto de egresos de la federación era de 2.0 billones de pesos (a pesos actuales), y para el 2012 se tiene un presupuesto aprobado de 3.6 billones. Esto implica un excedente en el gasto burocrático de 1.6 billones. No se requiere exceso de optimismo de un futuro líder comprometido con los mexicanos, para intentar gastar la mitad de lo que hasta ahora han derrochado los gobiernos de estos dos últimos sexenios.
Además me voy a permitir mencionar solamente 4 proyectos que nos darían 240 miles de millones de pesos de ahorros anuales:
• A Pemex le roban anualmente gasolinas por 35 miles de millones de pesos, y a CFE otros 25 miles de millones en electricidad. Un proyecto efectivo para combatir la impunidad en estos rubros, implicaría ahorrar 60 miles de millones de pesos al año.
• El gobierno tiene una deuda contratada a 25 años de 150 miles de millones de dólares, en obras pidiriegas de CFE y Pemex, con tasas anuales de descuento de 12.5%. Renegociar esta deuda obteniendo créditos a una tasa de 5% anual, implicaría un ahorro anual de 123 miles de millones de pesos.
• Pemex ejerce anualmente en obras de inversión 15 miles de millones de dólares. Se estima conservadoramente en un 20% el cohecho que habitualmente favorece a una buena cantidad de funcionarios gubernamentales de alto nivel. Eliminar estas prácticas representan la oportunidad de ahorrarse anualmente 40 miles de millones de pesos.
• En este año 2012, para el Congreso, el IFE y la Suprema Corte de Justicia, se han destinado más de 30 miles de millones de pesos. Austeridad acorde con nuestra realidad nacional implicaría un ahorro potencial de 20 miles de millones de pesos.
Considero que es momento de ser más críticos con nuestros gobernantes.
Monterrey Nuevo León, 9 de febrero de 2012.
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