Carta a Josefina Vázquez Mota

                                                    

En su reciente libro “Blink” Malcolm Gladwell expone los grandes errores de apreciación que pueden ocurrir en lo que el llama cognición rápida. Una variante de nuestro pensamiento rápido en oposición del lento del cual Daniel Kahneman ha elaborado su sólida teoría sobre neurocognición. Uno de los ejemplos que nos relata, como error de apreciacion cognitiva, es cómo Warren Harding sólo por su “look” llegó a ocupar la presidencia de los Estados Unidos para ser posteriormente juzgado por la historia como el peor presidente que ha tenido la Unión Americana, habida cuentaque se rodeó de secretarios de Estado corruptos.

Harding era un hombre alto apuesto con un bronceado permanenete semejante a Rodolfo Valentino y una voz de tenor que seducía como la de Placido Domingo. En forma meteórica ascendió en la jerarquía política a senador en su natal Ohio hasta ser, primero, líder del partido Republicano y después Presidente de Estados Unidos (1921-1923). Permaneció sólo dos años y cinco meses en el poder hasta que falleció como consecuencia de un derrame cerebral. El poder detrás del trono era Florence su ambiciosa esposa quien como Ema Bovary (esta obviamente sin conseguirlo) catapultó a su esposo hacia los grandes reflectores de la nación.

En política como es conocido una mezcla de circunstancias hacen en ocasiones presidentes por accidente como fue el caso de Ernesto Zedillo. En el caso de Harding su ascenso no se debió, como en el caso del último presidente de origen Priista, a la muerte por homicidio del candidato electo, pero sí a un vacío de propuestas y falta de buenos competidores por el partido demócrata así como su presencia física. El resultado fue que el 7 de Enero de 1921 se juramentó como el 29 presidente de los Estados Unidos. En México estamos en una situación parecida con Enrique Peña Nieto cuyo atributo principal es su presencia física, y como dice el New York Times es “Telegenic”. No puede decirse ni siquiera que es producto de su propio esfuerzo, pues fue escogido como delfín para ser tapadera del cleptócrata Gilberto Montiel exgobernador de México.

Los mexicanos albergamos una esperanza con la elección de Josefina, virtual candidata del PAN para la presidencia de la República pues aparte de su carácter y determinación pudiera ser la persona que require en este momento el país para destronar a la maestra Gordillo de su posción de gran electora durante los últimos dos sexenios, pudiéndose así asestar un golpe mortal al sindicalismo corporativo que ha petrificado por décadas a la educación en el país.

Los vientos de la posmodernidad, ese tránsito histórico de mediados del siglo XX a nuestras fechas, han permitido la elección del mayor número de Presidentas y Primeras Ministras de países democráticos en la historia. Corazón Aquino (Filipinas), Violeta Chamorro (Nicaragua), Mireya Moscoso (Panama), Michel Bachalet (Chile), Angela Merker (Alemania), Cristina Kirchner (Argentina) Laura Chinchilla (Costa Rica) y Dilma Russeff (Brasil); sin olvidar primeras ministras como Golda Meier (Israel), Indira Gahndi (India), Kim Cambell (Canada), Benizar Butto (Pakistan), Margaret Tatcher (Inglaterra) Julia Guillard (Australia) y Yingluck Shinawatra (Tailandia). En su momento siete fueron verdaderas estadistas (Aquino, Bachelet, Chamorro, Meier, Gahndi, Butto y Tatcher) y protagonizaron cambios coyunturales en sus países.

La reciente pelicula “La dama de Hierro” extraordinariamente caracterizada por Meryl Streep (aunque decepcionante porque se le ve a través del estadio final del Alzheimer) nos da un atisbo de lo difícil que fue para la Tatcher haber luchado y llegar a ser primero líder de su partido (el conservador) y después la primera mujer jefa de  gobierno en Inglaterra. Sería deseable que esa determinación no abandonen a Josefina y pueda en este país de “machos” hipogonadales, luchar con denuedo para hacer los cambios que se requiren.

Sabemos que no escuestión de género el problema de los gobernantes mexicanos, pues para muestras ahí tenemos a la primera presidente exoficio de México con Martha Saghun, sabemos también que el problema principal del país es el de una sociedad corrupta hasta la médula y complicitaria a más no poder.

No ignoramos que las mujeres pueden ser tan corruptas como los hombres, pero hay varios aspectos de Josefina que me dan esperanza; el primero, que ha vivido en las entrañas de la bestia y ha podido ver de cerca la podredumbre que existe en sus víceras; segundo, que ha manifestado que daría cadena perpetua a los políticos que acepten dinero del narcotráfico; y tercero, que su sensibilidad como mujer la hace pensar largoplacistamente ya que la maternidad les permite a las mujeres una visión a largo plazo para proveer a sus hijos y no cortoplasista como la mayoria de los varones. Finalmente, sabemos que está conectada con la realidad  (y no como Peña Nieto que con un estúpido comentario sexista “No soy la señora de la casa” contestó evasivamente cuando no supo el precio de la tortilla) y que es creeible los que nos dice, que por la noche al llegar a su casa revisa el refrigerador para que no falten alimentos para el dia siguiente.

No pertenezco ni he pertenecido a ningún partido político y hasta donde yo sé ni mi padre ni mis tres hijos han estado afiliados a partido alguno, por lo que mis comentarios no van en la vena laudatoria ni a título personal ni partidista; que nunca ha sido lo mío. Sin embargo, como un ciudadano más le recomendaría a la señora Vázquez Mota que se inspire en las biografías de algunas de las mujeres que mencioné para que, si llega al poder, pueda gobernar con la sabiduría de Indira, la astucia de Meier y la determinación de la Tatcher (mandando al carajo a Alexander Haig cuando le solicitó de parte del gobierno de Reagan que usara la diplomacia y no rescatara militarmente las islas Malvinas) y no con la estulticia de Kim Cambell la primera Ministra Canadiense que sólo duro seis meses en el poder. Las 14 mujeres que he citado, la mitad dirigieron sus paises en la segunda mitad del siglo XX y el resto fueron elegidas esta última década lo cual es testimonio del reconocimiento político que están teniendo en la actualidad las mujeres.

Finalmente, si lo de la lucha contra la corrupción va en serio que haga pública su declaración patrimonial y la de sus familiares cercanos y que no utilice salidas de pie de banco, como que no lo hace por razones de seguridad. Espero que recuerde si llega a ser  presidenta, dos cosas: que el pode rcorrompe y como dijera Lord Ascot “el poder absoluto  corrompe en forma absoluta” y que busque a una de sus verdaderas amigas (que no sea su empleada) o a su esposo para que cada mañana, si llega a los Pinos, al levantarse de su lecho le diga “recuerda que eres mortal”, como le decian a César cuando entraba a Roma coronado de laureles. Pues muy pronto los politicos pasan de la etapa de hipersimpatía durante la campaña a la etapa de Levitación cuando son ungidos.

Deseo expresar que coincido con la opinión de la profesora de Historia Jocelyn Olcott de la Universidad de Duke, publicada antyer por el New York Times (Febrero 6) cuando nos dice que Josefina se ha proyectado como una persona con carácter conciliatorio y naturaleza protectora a nivel nacional y que podría poner la casa en orden. Esperamos no nos decepcione y sea la estadista que pueda sacar a México de la difícil situación de inseguridad en que nos encontramos que va de la mano con la corrupción, la impunidad y las abismales diferencias en la distribución del ingreso que existen actualmente, y que le demuestre al mundo que no todas las mujeres en la política en Mexico son Juanitas.

(Imagen tomada de Internet / Derechos reservados por el autor)