Aunque no es del conocimiento general, los denominados “pidiregas” son instrumentos de financiamiento a largo plazo utilizados por los gobiernos mexicanos a partir del último año de Ernesto Zedillo. Este esquema significó un medio para aportar ingresos muy importantes para la burocracia federal en estos dos sexenios panistas, distorsionando la idea general de obtener financiamiento para inversiones en infraestructura, cuando las finanzas nacionales estaban en crisis.
Frecuentemente el gobierno federal menciona que la renta producida por la explotación de los hidrocarburos y la electricidad no se comparte, porque así lo establece La Constitución. La matemática más elemental nos dice que la renta de una empresa es el resultado de restar de los ingresos, los gastos.
Nuestra realidad nacional es que el gobierno federal ha encontrado la manera de repartir la renta que producen PEMEX y CFE, por la vía del incremento desmedido en los gastos, que han favorecido fundamentalmente a las grandes trasnacionales. Los directores de ambas paraestatales han descuidado su responsabilidad de optimizar el gasto,ya sea para incrementar la renta o disminuir los precios de los energéticos: se han olvidado de beneficiar acientos de miles de empresas consumidoras de energía, y amillones deciudadanos, mexicanos.
1. Un elemento de encarecimiento importante es la maquila de electricidad otorgada a las empresas extranjeras (PIE), que invierten en plantas generadoras, las operan por 25 años, y CFE les suministra el gas natural. Se propició la sobreinversión al mantener una capacidad de reserva por encima de 50%, con un sobrecosto anual de amortización de 8 miles de millones de pesos (MMP). Mediante el contratos bajo el esquema se aplica una muy alta tasa de descuento de 12.5% anual en dólares,para amortizar las inversiones extranjeras de los PIE. De haber invertido directamente CFE en estas plantas, se obtendría un ahorro anual de 5 MMP.
2. La política establecida de suministro de gas natural implica dependencia y riesgo crítico de encarecimiento. Porque CFE ha firmado contratos a largo plazo con empresas trasnacionales por 15 miles de millones de dólares, para comprar gas natural licuado (GNL) a precios internacionales Henry Hub cuyo comportamiento histórico ha mostrado volatilidad. CFE no ha aprovechado la opción de adquirir directamente este energético o a través de PEMEX, con un ahorro sustancial en la adquisición del mismo, porque en épocas de especulación los remanentes para las trasnacionales podrían superar los 8 dólares por millón de BTU.
Para dimensionar la tragedia energética que agobia a nuestro país, cabe señalar que hasta el 2009 PEMEX enviaba diariamente a la atmósfera más de 1,000 millones de pies cúbicos de gas natural, en 2010 se redujo a 455 y actualmente está en 315. A las pérdidas económicas, que en este año 2011 serán de 6 MMP, habría que agregarle la contaminación atmosférica del metano.
3. La generación con carbón nacional resultaría bastante más barata, utilizando sistemas anticontaminantes y tecnologías modernas de turbinas de vapor ultra – supercríticas. Existen reservas de este combustible en la Región de Sabinas Coahuila para operar 12,000 Megawatts durante 30 años. No hay justificación para haber evadido una política agresiva para invertir en esta opción desde hace 10 años, en que consistentemente el carbón ha promediado un costo del 40% respecto del gas natural.
4. La política de precios de combustibles, tiende a incrementar la recaudación de la Secretaría de Hacienda. El combustóleo últimamente se le vende a CFEa más de 100 dólares por barril, y eso implica que generar con plantas base le cueste casi 2 pesos por KWH.PEMEX olvidó que con refinerías de bajos costo podría producir gasolinas, y también combustóleo barato: se inclinó por reconfigurar las refinerías actuales invirtiendo decenas de miles de millones de dólares, pero sigue produciendo combustóleo.
5. El potencial de producción de electricidad eólica en México es bastante importante. Se dispone de mapas eólicos mensuales en veinte zonas, por lo que conservadoramente el potencial en México de este recurso sustentable es de 12,000 Megawatts con costo final de 0.54 $/KWH si la inversión la hace directamente CFE. El sistema eléctrico nacional aprovecharía la sinergia que implica la variación estacional de disponibilidad de energías hidráulica y eólica.
Actualmente el precio del combustóleo incide en un costo de generación de 1.93 $/KWH que triplica el que corresponde a la generación eólica, si invirtiese en este tipo de plantas la propia CFE. Esto significaría un ahorro potencial de 50 MMP por año para 12,000 Megawatts eólicos, y se puede disponer de esta capacidad instalada en 6 años si se compromete efectivamente el gobierno federal a cumplir con este proyecto ecológico y sustentable.
La opción que ha decidido el gobierno federal es que los productores privados atiendan este proyecto con el esquema de autoabastecimiento, y ya tienen autorizados para el 2015 más de 2,000 Megawatts eólicos, con lo que las trasnacionales y sus asociados obtendrán una ganancia mínima de 0,60 $/KWH.
6. La expansión del sistema de transmisión y distribución desde hace 15 años en lo que invierte CFE, se ha realizado bajo el esquema Pidiregas, que implican paquetes de gran cantidad de subestaciones o líneas, que son financiados por grandes empresas trasnacionales, con tasas de descuento en dólares al 10% anual, y dado el comportamiento del costo de los créditos internacionales, ha resultado bastante caro. Desaparecieron cientos de empresas mexicanas medianas en contratos de obra pequeños, ante la embestida de grandes consorcios de construcción.
El sistema de transmisión – distribución que comprende miles de subestaciones, cientos de miles de kilómetros de líneas y millones de postes y transformadores, es resultado de la planeación ordenada y bien dirigida por más de medio siglo por CFE y ex LFC, para tener un sistema consistente y robusto que permite la cobertura eficaz de más del 95% de la población mexicana.
7. Se ha desarrollado un mercado de electricidad paralelo al de CFE con el esquema de producción de electricidad privada denominado autoabastecimiento remoto, que es una venta disfrazada de las empresas extranjeras, que se ganan tres veces más que en el esquema de PIE para venta de electricidad a CFE.
En este esquema de negocio el productor extranjero y su asociado se apropian de los remanentes de CFE, repartiéndoselos entre el propietario de la planta y su asociado. La CFE subsidia este monto al no cobrar el porteo completo y al ceder sus remanentes, y los perjudicados son finalmente todos los demás usuarios de CFE que ven incrementadas sus tarifas al disminuir los remanentes de la CFE.
8. La exportación de electricidad a la Unión Americana, que debiera atender CFE para beneficio de México, es una rentable concesión otorgada a los inversionistas extranjeros. Se otorgaron permisos para producir 24 TWH y se están concluyendo instalaciones en México para manejar gas natural licuado sin riesgos para los americanos que permitirá incrementar la exportación que hasta ahora se ha limitado a 1.2 TWH con una ganancia para los productores privados de 1,000 millones de pesos.
9. Un elemento también muy importante de encarecimiento de la electricidad en México son los robos de energía, porque en 2011 significaron para el sector eléctrico (CFE y ex LFC) más de 20 Terawatthoras (TWH) y no ingresar 28 MMP. Se estima que en la última década se han perdido 171 TWH que a precios de 2011 significan 240MMP. Contrariamente a lo que pudiera pensarse no son las áreas populares marginadas las que más inciden en el monto de estos robos: son miles de empresas pequeñas y medianas, y usuarios de áreas residenciales.
Monterrey N.L. 14 de abril de 2012.
Nota.- Ing. José Luis Apodaca Villarreal, Ingeniero Mecánico Electricista egresado de la UANL y con Maestría en Administración para la Calidad de la UDEM. Jubilado como Gerente General Divisional de Comisión Federal de Electricidad, después de laborar 32 años en diferentes áreas de esta empresa. En los últimos años ha sido maestro universitario, asesor en el Congreso y Cámaras de Industria, microempresario y consultor en las áreas de calidad y ahorro de energía, y analista en aspectos nacionales de energéticos. Es miembro fundador del Observatorio Ciudadano de la Energía, A.C., y de la Fundación SESGO y no pertenece a ningún partido político.
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