El pasado martes, el presidente de Francia Emmanuel Macron pidió a la ONU construir un nuevo orden mundial que no esté definido por la rivalidad de China y Estados Unidos y advirtió que Europa no cederá ante el intento de EUA de restaurar las sanciones a Irán.
Dijo Macron ante la Asamblea General de la ONU que la pandemia actual debería actuar como una tendencia global que obliga a salvar vidas y a replantear una tendencia global que tiende al nacionalismo.
Señaló Macron que había que plantear las bases de una nueva globalización más justa, más equitativa y más duradera que integre la lucha contra las desigualdades y contra el calentamiento global.
Dijo que Francia con Alemania y Reino Unido mantendrá su exigencia de implementar el acuerdo de 2015, aun cuando Estados Unidos no quiera hacerlo. Macron repasó la situación en Libia, Mali, Siria y el Mediterráneo y celebró la normalización de relaciones entre Israel, Emiratos Arabes Unidos y Barein.
Concluyó Macron diciendo que no creía en una paz construida sobre la hegemonía y la humillación, y menos aún si se lograba con dinero, en referencia al plan de paz de la Casa Blanca en esa región en la que apuesta por enormes inversiones en los territorios palestinos.