Después del triunfo aplastante de Trump en los procesos electorales del ‘super martes’ pasado, es un hecho de que el magnate, comediante y xenófobo será el candidato triunfador de los aspirantes republicanos a la presidencia de los Estados Unidos y habrá muy pocas posibilidades de que sus mismos compañeros de partido puedan crear una fórmula para desacreditarlo y echarlo fuera del partido más conservador de los Estados Unidos, aunque hay noticias de que Romney, quien asipiró a la presidencia hace cuatro años tratará de hacerlo en unos cuantos días más. Ya que existen dos grandes problemas que está ocasionando el discurso de la candidatura de Trump para quiénes en el presente son los verdaderos dueños del poder económico y político de los Estados Unidos.
El primero de dichos problemas, a decir de Jim Cramer, el polémico inversionista de Wall Street, es que si Donald Trump llegase a la presidencia de los Estados Unidos, las principales empresas que hacen más operaciones en el extranjero sufrirían una colosal caída en sus ventas. Ya que su campaña está marcada por su posición frente al comercio que viene del exterior, la inmigración, los nuevos impuestos a productores foráneos, la militarización alrededor de los territorios chinos, las medidas contra las violaciones a la propiedad intelectual y la limitación de las visas para todos los extranjeros. De modo que estas estrategias serían terribles para empresas internacionales como Star Bucks, General Electric, Disney, etc.
El segundo y más peligroso problema de Trump es que se ha propuesto analizar a fondo a la Reserva Federal, ya que en los últimos diez años ha sido administrada por demócratas. Trump está intentando explicar a los estadounidenses de las clases medias como los engañan los financieros y recuerda el discurso de Obama antes de las elecciones pasadas, quién ganó con el tema de ‘Occupy Wall Street’ en el que pedía a los americanos promedio instalarse en los alrededores de Wall Street para investigar lo que hace dicha élite con el dinero que ahorran los estadounidenses promedio.
Según el experto en economía y periodista ruso del portal ‘Suodódnaya Press’, desde que las fuerzas de Wall Street presionaron para la creación del Banco Central de los Estados Unidos hace poco más de cien años (1913), el valor del dólar estadounidense ha caído cerca de un 98% y la deuda nacional ha aumentado en más de 5000 veces. Por lo que considera que si hoy se volviese al tipo de interés del 6.62% que existía en enero del 2000, Estados Unidos estaría abonando un billón de dólares anuales por concepto de puros intereses de la deuda nacional.
El pasado 23 de febrero Trump recalcó la importancia de auditar a la Reserva Federal y en agosto pasado reprobó la baja artificial de la tasa de interés del Banco Central norteamericano que ha permanecido próxima al cero desde la crisis del 2008. Parece que a Trump no le gustaría convertirse en presidente de los Estados Unidos en una época de transición hacia una sociedad capitalista puramente especulativa. Por eso trata de auditar a la Fed y así evitar críticas injustas en el futuro si llegase a ser el Presidente de USA.
Según el analista económico estadounidense Michael Snyder, la Reserva Federal ni siquiera forma parte del Gobierno Federal, sino que es un banco central independiente y privado que fue diseñado por los más altos magnates de Wall Street hace poco más de cien años y es el corazón del sistema financiero basado en una deuda pública creada por ellos que como un cáncer está destruyendo a los Estados Unidos. Señala Snyder que la existencia y el papel de la Fed en la actualidad ya no es indispensable, debido a que el mejor período de crecimiento económico de los Estados Unidos, cuando se requería crear dinero circulante tuvo lugar justo en las décadas anteriores a su creación en 1913 por lo que su existencia actual carece de justificación.
Como dice el prestigioso economista Paul Krugman, no hay duda de que lo que dice Trump es cierto respecto al enorme fraude de la Fed al quedarse con el dinero de los contribuyentes, dizque para pagar una deuda nacional que ellos mismos crearon con la emisión de billetes sin respaldo de reservas de oro, de bienes materiales o de inmuebles. Pero será muy difícil, por no decir que imposible, echar fuera del poder político de los Estados Unidos a los grandes multimillonarios que fundaron Wall Street en un país donde la democracia se realiza mediante votos que pueden ser adquiridos con dinero.
Como tampoco será posible controlar a las familias de multimillonarios que están inmersos en el negocio de las armas y de los energéticos, quiénes ahora se han asociado con la economía criminal y con los demás países, como China, Rusia, Alemania y Francia que continúan produciendo armas con nuevos conceptos y usos para una nueva sociedad global donde la bancarrota de los grandes estados está generando un nuevo mercado para las guerras acotadas en espacios más restringidos y hasta con cierto grado de individualismo.
Adenda: Lo más significativo de estos procesos electorales de los Estados Unidos es que al margen de quiénes llegasen a alcanzar el poder presidencial, el verdadero poder político lo seguirá detentando la pequeña élite de familias que lograron crear una Banca Central privada con la capacidad de generar dinero discrecionalmente, cobrar intereses por dicho dinero y retirarlo del mercado cuando lo consideran conveniente para poder transformarlo en bienes inmuebles o en productos materiales, lujos y riquezas.