Ahora mismo que la locura de Trump ha ocasionado el colapso final de los Estados Unidos ha surgido un nuevo problema en el mundo actual con la aparición de un ejército secreto y privado de Vladimir Putin que se ha denominado el Grupo Wagner.
Según Amy Mackinnon de Foreign Policy el Grupo Wagner se puede calificar como una sombría red de operadores que contratan mercenarios o reclutas combatientes. Este grupo puede llegar a torturar a una persona durante horas para luego decapitarla.
Los periodistas y analistas que han seguido el rastro de este grupo lo describen como una red de mercenarios alineados con los criterios de Putin y lo identifican como una especie de fuerza militar ‘no oficial’ a favor de Rusia.
Sus operativos se ubican en Siria, Libia, Sudán y la República Centroafricana. Tienen un elemento común de que son lugares donde Moscú tiene intereses. Aunque el Kremlin rechaza la existencia de esta organización y niega que Putin pueda tener alguna vinculación con Wagner.
El Grupo Wagner se hizo notorio cuando apoyó a los rebeldes prorrusos en el conflicto de Ucrania que ocasionó la anexión de Crimea por parte de Rusia en el 2014.
Quiénes han estudiado a este grupo lo consideran como un ejército privado que puede contratar mercenarios para realizar despliegues en zonas de guerra, brindar seguridad o realizar ataques selectivos.