Según las principales fuentes de información internacionales sobre la campaña en contra de los paraísos fiscales internacionales que están fuera del control de los países de la Organización para el Desarrollo Económico (OCDE), las agencias que divulgaron los nombres de funcionarios, personalidades empresariales y nombres de personas famosas en el mundo del deporte y del espectáculo en los ‘papeles de Panamá’ fueron dos, ambas al servicio de Washington. Una de ellas fue la agencia denominada USAID (Agencia Internacional de Desarrollo de los Estados Unidos) que atiende asuntos de política exterior para Washington y la otra es la Open Society Foundation que es patrocinada por George Soros.
Llama mucho la atención que en apenas unas cuantas horas, la OCDE haya respondido a las filtraciones de los ‘Papeles de Panamá’, ya que todo mundo sabe que los trabajadores de estas organizaciones no pagan impuestos y son líderes de una supuesta lucha contra los paraísos fiscales que están fuera de sus fronteras. Asimismo se observa que determinados regímenes tributarios de los Estados Unidos y de Reino Unido no generan ningún debate en el OCDE, mientras que dichos organismos atacan casos similares de agencias que eluden el pago de impuestos y que están fuera del OCDE.
Para incrementar la suspicacia de dichas divulgaciones en los ‘papeles de Panamá’, el presidente Obama se ha pronunciado pocas horas después de que se dieron a conocer los nombres de los evasores para oponerse radicalmente a la competencia tributaria que ejercen los paraísos fiscales fuera del control de Occidente.
Debido a que las autoridades de los Estados Unidos sancionan a los países que colaboran con narcotraficantes y empresarios multimillonarios para ocultar sus fortunas, varios analistas políticos financieros a nivel global piensan que sus funcionarios deberían atender más a lo que sucede en sus propias naciones, ya que los Estados Unidos es un gran paraíso fiscal, al igual que Suiza, las Islas Caimán y Panamá. Destacando Delaware, Nevada, Dakota del Sur y Wyoming que compiten entre ellos para ofrecer a los extranjeros con grandes fortunas la mayor confidencialidad que sea posible en sus operaciones financieras.
De acuerdo a la Tax Justice Network (Red de Justicia Fiscal) los Estados Unidos están en el tercer lugar mundial de confidencialidad financiera, sólo después de Suiza y de Hong Kong, pero por encima de Luxemburgo y de las Islas Caimán. No obstante, después de que el banco suizo UBS ayudara a miles de estadounidenses mediante dichas instituciones financieras que proporcionen información sobre los recursos de sus ciudadanos en el extranjero, los Estados Unidos ha sido uno de los pocos países del mundo que se ha negado a firmar un acuerdo para compartir datos financieros con los países de la OCDE. Ya que los bancos ubicados en territorios estadounidenses ni siquiera recopilan la información que las autoridades extranjeras les han proporcionado desinteresadamente.
Según Peter Cotarcenau, abogado litigante de la Tax Justice Network especializado en asuntos de la banca privada, los intermediarios bancarios se han resistido a realizar cambios en la ley que permita mayor cooperación para compartir datos. Y en un informe del 2015 señala que figuras prominentes de la élite extranjera han convertido a los Estados Unidos en un enorme arcón para esconder sus riquezas obtenidas en forma ilegal. Mientras que Washington busca crear un hueco enorme en los esfuerzos internacionales para combatir la evasión fiscal, el lavado de dinero y los delitos financieros.
Otra razón importante por la que no aparecieron ciudadanos mega ricos de Estados Unidos en los ‘papeles de Panamá’ fue debido al hecho de que ocultan sus fortunas en otros paraísos fiscales, como las Bermudas, las Islas Caimán y las Islas Vírgenes Británicas que son territorios que tienen al idioma inglés como su lengua oficial y hay legislaciones derivadas del derecho anglosajón que facilita los contactos con clientes estadounidenses. Mientras que Panamá se percibe por los norteamericanos como un país algo desfavorable e inestable. De modo que los estadounidenses muy ricos ya disponen ahora mismo de lugares idóneos dentro de su propio país para que puedan disminuir el pago de sus impuestos sin tener que transferirlo al extranjero.
Por desgracia, toda esta promoción de descrédito a los paraísos fiscales fuera de los Estados Unidos está inspirada en la creencia de que la gran nación norteamericana podrá seguir creciendo a la misma velocidad de antaño sin que el capital sea utilizado en la creación de fuentes de trabajo y que bastará con los réditos del capital especulativo y el consumo en el nuevo mundo digital para conservar el ritmo de crecimiento que una vez tuvieron los Estados Unidos desde el fin de la Segunda Guerra hasta los años setenta y luego en un corto período entre fines de los ochenta y fines de los noventa.
Adenda: Es un hecho conocido en todo el mundo que todas las naciones de Occidente están en bancarrota desde hace dos décadas y carecen de recursos para volver a crecer como sucedió en algunos períodos de la segunda mitad del siglo 20. Además de que China se ha convertido en el nuevo líder mundial en economía, comercio y finanzas, propiciando una nueva estructura a la geopolítica y al comercio de todo el mundo.