A 73 años de la creación de Comisión Federal de Electricidad y a 50 años de la nacionalización de la industria eléctrica, hemos integrado un sistema interconectado nacional para abastecer de energía a todas las empresas de bienes y servicios y a más del 95% de la población, con índices de confiabilidad y continuidad en el suministro comparables con los países más desarrollados del mundo. Estos logros son motivo de orgullo para decenas de miles de trabajadores que hemos participado en la construcción de una empresa que con mucho esfuerzo ha logrado calificación clase mundial. Los ingresos anuales de CFE superan los 20 miles de millones de dólares y las áreas de auditoría interna y externa han sido celosas de vigilar el buen manejo de los recursos disponibles para la operación y desarrollo de esta paraestatal.

Se reconoce la atinada intervención de los medios nacionales de difusión para que se aclare detalladamente el caso de cohecho en que se ha visto involucrado un alto directivo de CFE, quien presuntamente ha recibido cerca de 5 millones de dólares de una empresa trasnacional que participó en la venta de equipos y sistemas. Todos los mexicanos tenemos derecho a exigir la transparencia en el uso de los recursos de CFE, porque finalmente la empresa es de nuestra propiedad y estamos seguros que se hará justicia en este caso. Estamos conscientes que todos los sobrecostos en que incurra CFE finalmente repercuten en las facturas que pagan los usuarios.

Y ahora que se ha despertado el interés de los ciudadanos para que CFE siga siendo una empresa clase mundial, es momento de involucrarnos en la revisión de algunas directrices que han implicado incrementos muy importantes en los costos, que se evalúan en miles de millones de dólares:

Para tratar de amortiguar la situación de capacidad de generación excedente, se han retirado de operación plantas antiguas en perfecto estado, cuya operación con bajo factor de planta y menor eficiencia resulta competitiva, porque ya han sido amortizadas. Estas plantas retiradas se venden como chatarra y se sustituyen con ciclos combinados caros, que habrán de pagar los usuarios con tarifas más altas.

 

  • En los últimos diez años se ha sobre invertido en plantas generadoras 5,000  millones de dólares, cuyos cargos fijos habrán de cubrirse a los Productores Independientes, aunque no generen la energía comprometida; estos cargos a su vez se repercuten a los usuarios en las tarifas.
  • Por una década solo se ha permitido inversión privada en plantas  generadoras para el consumo nacional y para exportación. Los esquemas utilizados son el de Productor Independiente, el de Autoabastecimiento y el de Cogeneración. Es así como actualmente casi un 40 % de la electricidad nacional la producen empresas extranjeras. CFE les paga la inversión a las trasnacionales en 25 años, con una tasa de descuento de 12.5 % anual en dólares.
  • Si la CFE invirtiera directamente en plantas, se pagarían créditos a una tasa anual de interés de 6.0%; podría inclusive comprarles a todos los Productores Independientes los 11,500 Megawatts que actualmente operan, para ahorrarse en los próximos 25 años, 10 miles de millones de dólares, en beneficio del precio de las tarifas para todos los usuarios.
  • El gas natural es un combustible caro y con alta volatilidad de precios. Y  solamente con este insumo, pueden operar las plantas de ciclo combinado de los Productores Independientes. En los últimos 10 años los usuarios han pagado un excedente de 20 % por utilizar esta opción de combustible caro, respecto de haber utilizado combustóleo y carbón. La generación con carbón nacional resulta bastante más barata. Existen reservas de este combustible en la Región de Sabinas Coahuila para operar 12,000 Megawatts durante 30 años. No hay justificación para haber evadido una política agresiva para invertir en esta opción desde hace 10 años.
  • Se han establecido contratos a largo plazo con empresas trasnacionales,  para comprar gas natural licuado muy caro, transportado por buque por un monto de 15 miles de millones de dólares. En los próximos seis años, durante su primera etapa las regasificadoras de Altamira, Manzanillo y Baja California, estarán importando cada una, 500 millones de pies cúbicos por día. Se desconoce el motivo por el que CFE no ha adquirido directamente este energético. Para dimensionar la tragedia energética que agobia a nuestro país, cabe señalar que PEMEX desde hace varios años envía diariamente a la atmósfera 1,300 millones de pies cúbicos de gas natural.
  • En México existe potencial para instalar 12,000 Megawatts de plantas  generadoras eólicas y producir 36 Terawatthoras por año, que representan un 16% de la energía eléctrica total generada en 2009. Este bloque de generación eólica podría sustituir un 85% de la producción actual con combustóleo, implicaría no quemar 52 millones de barriles anuales y no tirar a la atmósfera 26 millones de toneladas de CO2. La reducción del total de CO2 por generación actual de electricidad en México sería de 22%.
  • Este Plan sería muy sustentable, porque generar con combustóleo cuesta actualmente 9.4 centavos de dólar por Kilowatthora, y con plantas eólicas a CFE le costaría solamente 4.6. Se ahorrarían 1,800 millones de dólares por año, más el apoyo internacional por bonos de carbono.

    Monterrey N. L. 13 de octubre de 2010.

 

Ing. José Luis Apodaca Villarreal, Ingeniero Mecánico Electricista egresado de la UANL y con Maestría en  Administración para la Calidad de la UDEM. Jubilado como Gerente General Divisional de Comisión Federal de Electricidad, después de laborar 32 años en diferentes áreas de esta empresa. En los últimos años ha sido maestro universitario,  asesor en el Congreso y Cámaras de Industria, empresario y consultor en las áreas de calidad y ahorro de energía, y analista en aspectos nacionales de energéticos. Es miembro fundador de Observatorio Ciudadano de la Energía, A.C. y de la Fundación SESGO, y no pertenece a ningún partido político.