Preparándose para regalar la CFE

En la reunión de trabajo con la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados efectuada el 20 de septiembre de 2013, el director de CFE expuso la situación operativa de la paraestatal y la prospectiva del sector eléctrico.
Mencionó al esquema de autoabastecimiento remoto en México, representando un bloque de energía en 2012, de 20 Terawatthoras (10% del total nacional). Estas empresas utilizan el sistema de transmisión nacional pagando una tarifa de porteo de 0.20 $/KWH, que básicamente corresponde al costo de las pérdidas técnicas del sistema y al costo de respaldo que CFE proporciona a las plantas generadoras privadas extranjeras.

Sobre los robos de electricidad en el país, también citó el director que ascienden a 23 TWH, constituyendo una pérdida económica anual de 35 miles de millones de pesos (MMP), calculada al precio medio de las tarifas industriales. Este concepto incide en el precio con 0.17 $/KWH, para todos los usuarios.

Cabe también señalar que el estado financiero de CFE del año 2012 reporta un impuesto de aprovechamiento por 45 MMP, cuyo impacto a la tarifa de venta es en promedio de 0.22 $/KWH.

Las empresas extranjeras y sus socios que utilizan el esquema de autoabastecimiento, no son afectados por el costo de las pérdidas no técnicas, ni el impuesto de aprovechamiento, ni los costos de inversión, operación y mantenimiento en que incurre la CFE. Esto significa un subsidio que pudiera ser superior a 0.60 $/KWH, y en números absolutos de 12 MMP.

En la reunión con los diputados se mencionaron ingresos por ventas de 308 MMP, y subsidios por 104 MMP, en su mayor parte para la tarifa doméstica. Esto nos lleva a que potencialmente CFE debiera tener ingresos por 459 MMP, si consideramos la recuperación de los subsidios domésticos y agrícolas, la eliminación de los robos de energía y de los subsidios al autoabastecimiento.

En el mismo informe financiero del 2012, la CFE reporta gastos de operación por 242 MMP, que restados de los ingresos potenciales nos conduce a un remanente de operación de 217 MMP, significando casi un 50 % sobre los ingresos: La paraestatal está muy lejos de tener problemas financieros, porque hasta ahora sobrevive sin recibir los subsidios de parte del gobierno.

Es evidente que los subsidios virtuales a las tarifas domésticas y agrícolas están sobre dimensionados, porque forman parte del plan de privatización para transferir unos pocos usuarios mayores que consumen el 60% de las ventas totales, a las empresas extranjeras que generan electricidad: Pagarían únicamente 0.20 $/KWH de porteo, como actualmente lo hacen, y se apropiarían de casi 0.70 $/KWH de costos reales no pagados, después de restar los 0.60 $/KWH correspondientes a su costo de generación, para finalmente recibir una transferencia de 85 MMP anuales que ahora pertenecen a la CFE.

Ya una vez transferidos los remanentes de la CFE a las empresas privadas, la supervivencia de CFE reclamará subsidios ahora sí reales, para atender a 37 millones de usuarios residenciales y empresas pequeñas. Pero como con la reforma energética propuesta se privatizarán las ganancias de Pemex y CFE, el gobierno estará técnicamente en quiebra por falta de recursos, y es muy probable que antes de finalizar este sexenio sean sacrificados los sueldos y pensiones de los trabajadores.

En síntesis la reforma energética propuesta por el Presidente para el sector eléctrico, regalará a las empresas privadas los recursos económicos del presupuesto federal y de los trabajadores. Cabría preguntarse:

¿Por qué no se ha expresado el Suterm ante el congreso y la opinión pública? Si serán los directamente perjudicados; ¿Por qué es el ejecutivo quien propone esta reforma? Si el presidente, el secretario de energía y el director de CFE juraron respetar la Constitución actual; ¿Por qué es el congreso quién la aprobará? Si los senadores y diputados deben representar los intereses de todos los ciudadanos mexicanos, y no de las empresas extranjeras.

Monterrey N.L 27 de septiembre de 2013.

Ing. José Luis Apodaca Villarreal, Ingeniero Mecánico Electricista egresado de la UANL y con Maestría en Administración para la Calidad de la UDEM. Jubilado como Gerente General Divisional de Comisión Federal de Electricidad, después de laborar 32 años en diferentes áreas de esta empresa. En los últimos años ha sido maestro universitario, asesor en el Congreso y Cámaras de Industria, microempresario y consultor en las áreas de calidad y ahorro de energía, y analista en aspectos nacionales de energéticos. Es miembro fundador del Observatorio Ciudadano de la Energía, A.C., y de la Fundación SESGO y no pertenece a ningún partido político.

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