Según Fernando Vallespín, politólogo de la Universidad Autónoma de Madrid, no existe incompatibilidad entre monarquía y democracia. De hecho, algunos países monárquicos, como Noruega, Suecia y Dinamarca están entre los más democráticos del mundo.
En Europa existen ahora 8 monarquías parlamentarias: Reino Unido, España, Bélgica, Holanda, Suecia, Dinamarca, Noruega y Luxemburgo. El rey es el jefe del Estado y la jefatura política y de gobierno es el primer ministro designado por el parlamento.
Dice Vallespín que la monarquía es una institución simbólica porque carece de poder político. Por su parte, el historiador de la Universidad del País Vasco, José María Portillo Valdés piensa que los monarcas no tienen funciones políticas concretas y las políticas que ejercen son a través del gobierno, pero con los representantes del Estado en el exterior.
Hay países como Bélgica, Reino Unido y España que están compuestos de pueblos y naciones diversas que se unen a través de la figura de un rey. Reino Unido es diferente y mantiene la continuidad con el viejo imperio británico de 53 países independientes, pero que tienen una jefatura que es a través de la reina Isabel II y forman una monarquía parlamentaria como forma de gobierno.