Monterrey VI: Un proyecto controversial.

Actualmente el área metropolitana de Monterrey suministra 11.5 metros cúbicos por segundo (M3/seg) de agua potable para sus 4.2 millones de habitantes, y se estima un crecimiento promedio anual de la demanda de 0.25 M3/seg. Para atender este incremento en la demanda se transportará agua desde el Río Tampaón de San Luis Potosí, construyendo un sistema de conducción de 372 Km de longitud, desnivel de 265 metros, y un caudal máximo de diseño de 5 M3/seg. El monto total de la inversión será de 15,437 millones de pesos y se asignó a un consorcio ganador bajo la modalidad de concesión al sector privado por 30 años, para construir la obra en 3 años y operarla durante 27 años.

A los ciudadanos nos preocupa el pago mensual de 125 millones de pesos, para cubrir más de 40 miles de millones de pesos en 27 años: Significa que se aplicará una tasa de descuento de casi 10% anual, excesivamente alta para una obra que cuenta con el aval del gobierno federal. Si se obtuviese una tasa razonable de descuento al 6% anual, nos ahorraríamos 11 miles de millones de pesos.
Será impactante el costo de la obra para las finanzas de Agua y Drenaje de Monterrey y para las tarifas que nos aplican, porque cada año implicará erogar 1,500 millones de pesos adicionales, equivalente a la mitad de sus ingresos actuales por venta de agua. Los 250 litros por segundo a recibir de este acueducto en el primer año, tendrán un costo de 187 pesos por metro cúbico, y la media en 20 años será de 34 pesos.

Cabe también preguntarse por qué no se consideraron otras opciones sustentables y de menor costo: Potabilizar el agua tratada, como actualmente los hacen las ciudades modernas en el mundo. O reducir las pérdidas actuales en las redes de distribución, conservadoramente estimadas en un 30%.

Derrochar de esta manera los pocos recursos disponibles en nuestro estado, obliga a diferir las obras viales urgentemente requeridas para eliminar los congestionamientos actuales, no avanzar en la construcción del Metro, y rezagar el drenaje pluvial. Hasta cuándo podremos exigir a nuestros gobernantes actuar en beneficio de todos los ciudadanos.