México privatiza en secreto sus servicios públicos

Hace apenas dos días que Julián Assange, el fundador de Wikileaks, quien tiene dos años de estar refugiado en la embajada de Ecuador en Londres ha revelado que TISA (las siglas en inglés del Acuerdo Internacional en el Comercio de Servicios) está realizando negociaciones en secreto con 50 países del mundo – incluyendo a México- para que las grandes potencias tengan una mayor apertura en el comercio de servicios.

Con ello se pretende lograr una mayor apertura en el comercio de servicios médicos, educativos, hídricos y financieros, de modo que las grandes empresas privadas de todo el mundo puedan operar en estas áreas con menores restricciones en los territorios de las naciones que lleguen a firmar dicho acuerdo.

Esta situación perjudica en muy alto grado a las naciones pobres y dependientes como México que ahora mismo está inmerso en una apertura total de sus territorios y recursos naturales con enormes costos sociales y económicos. Desde que Washington impuso en México el modelo económico neoliberal a mediados de los ochentas se han abatido las barreras arancelarias y los mecanismos del Estado para proteger la producción agropecuaria y las industrias nacionales, causando una pérdida millonaria de empleos y de cierres de muchas fuentes de trabajo, mientras se aumenta la dependencia con los Estados Unidos.

Al abrir aún más el comercio hacia el sector de servicios, la falta de actividad económica actual se extendería al sector que por ahora cuenta con el mayor número de empleos formales. Además de que el Estado perdería el control de los servicios hídricos, de salud y financieros que son claros ámbitos del interés público en todo el Mundo Occidental. Sería terrible que todos estos acuerdos se realizaran en la clandestinidad, cuando deberían llevarse a cabo en el marco de un debate público y plural en el que se escuche a todos los sectores de la sociedad mexicana que están involucrados. De modo que por votación democrática se determinase si conviene o no ese mecanismo internacional de control de servicios.

Al respecto de este nuevo camino del mundo de la ‘democracia liberal’ vienen muy apropiados los comentarios del filósofo croata Srecko Horvat en su libro titulado ‘After the End of History. From de Arab Spring to the Occupy Moment’ escrito el año pasado y traducido a 10 diferentes idiomas. En una conferencia reciente sobre el futuro de la ‘democracia liberal’ señalaba Horvat que casi todo mundo discute ahora sobre el libro de Thomas Picketty acerca de la evolución que tendrá el capitalismo en el siglo 21, pero nadie se refiere más al libro de Fukuyama ‘The End of History’ publicado en 1989 y cumpliendo ahora mismo 25 años.

Según Horvat lo que decía Fukuyama no significa el fin real de la historia, sino de las ideologías competitivas. De acuerdo a Fukuyama la democracia liberal triunfó porque era el único jugador en el campo de la economía. Aunque muchos criticaron esta hipótesis, en los años más reciente, hasta sus más fieros enemigos se convirtieron en amantes de la natural competencia por tener más dinero. Hasta algunos de sus más fieros enemigos de antaño – como Frederic Jameson – se volvieron personas convencidas de la competencia y hace apenas unos días decía que ‘era más fácil imaginar el fin del mundo que imaginar el fin del capitalismo’.

Cuenta Horvat que en el 2011 se topó con Fukuyama en París y cuando empezó a cuestionarle su tesis del fin de la historia, justo unas semanas después de la ‘primavera árabe’ le decía que había muy serias razones para que los paradigmas neoliberales de la libre competencia en todos los mercados no fueran buenos para todo el mundo: en primer lugar por la paulatina desaparición de las instituciones democráticas de los Estados en Occidente y en segundo lugar porque China iba avanzando desde hacía más de dos décadas sin tener ningún problema con el ejercicio de la democracia. Ya que había creado desde el principio de la formación de su Estado un sistema donde no se cuestiona la necesidad de la democracia liberal y se ejerce un capitalismo mucho más efectivo.

Adenda: Todo este patético proceso de legitimación del dominio que aún ejercen los Estados Unidos sobre sus aliados incondicionales y sobre sus colonias es posible que esté cerca de desaparecer, como ya está sucediendo en todo el Norte de Africa, en el Medio Oriente y en algunas naciones latinoamericanas del Cono Sur, pero por desgracia está asociado con una fuerte corriente de la ultraderecha en todo el mundo Occidental que está ocasionando la emigración de más de 50 millones de personas en el Medio Oriente, un gran cisma en Ucrania, Pakistán, en Sri Lanka, en Birmania, Bangladesh y múltiples regiones del sudeste asiático, pero no cabe duda que se abre un nuevo mundo global multipolar sin pretensiones de una falsa democracia que será mucho mejor que el actual.

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