La Política y la Verdad

Dice un hombre sabio contemporáneo – de cuyo nombre no puedo acordarme – que ‘la política determina quién tiene el poder, no quién tiene la verdad´. De modo que basado en ese apotegma intentaré descifrar lo que ha acontecido en las elecciones intermedias del pasado martes 4 de noviembre en los Estados Unidos, en las que arrasaron los republicanos y alcanzaron el control de ambas cámaras en el Poder Legislativo dejando al Poder Ejecutivo en una situación crítica que no le permitirá llevar a cabo ninguno de sus proyectos sino utiliza los recursos constitucionales para imponer unilateralmente sus proyectos políticos y sus estrategias económicas.

El hecho más visible durante los últimos años del ejercicio presidencial de Obama ha sido la inexistencia de alguna política económica en los conservadores republicanos que permita la regulación de todos los ciudadanos y empresas privadas que andan en la búsqueda de lucro. Pero a pesar de la obviedad aceptada por todo el mundo de que la gran crisis financiera iniciada en el 2008 fue provocada por la desregulación total de las instituciones financieras públicas y privadas, los republicanos decidieron ya no pensar en ello e inventaron una historia fantástica en la que el Poder Ejecutivo había sido el verdadero culpable de la ‘irresponsabilidad’ de los prestamistas privados del medio inmobiliario. En plena crisis del 2009, el presidente de la Cámara de Representantes John Boehner declaró que era la hora precisa para que el Gobierno se apretase el cinturón bajando todos los gastos sociales y de inversión en infraestructura.

De ahí se generó la errónea hipótesis de que el gasto deficitario conduciría a un aumento de las tasas de interés, a una inflación sin control y a una devaluación brutal del dólar. No obstante, todas las naciones que siguieron las recomendaciones de Boehner tienen ahora fuertes conflictos económicos a nivel de depresión, mientras que los gobiernos estatales republicanos que pensaron en la magia que produciría la reducción de impuestos a los ricos no han logrado sino caer en la bancarrota.

De hecho no existe un planteamiento real de la economía en las mentes de los conservadores estadounidenses que se agrava con la falta de capacidad para aceptar sus graves errores. Pero además del gran fracaso de sus planteamientos económicos, los republicanos atacaron el gran proyecto de salud pública gratuita del Presidente Obama previendo que muchos estadounidenses perderían el servicio de salud que ya tenían, los costos subirían y en general todos los aspectos negativos que han conducido al fracaso parcial del ‘Obamacare’ y a un decremento considerable en el gasto social del Gobierno Federal.

Otra gran maldad de los republicanos ha sido la relativa al cambio climático. Aunque al principio del mandato de Obama había buena cantidad de republicanos dispuestos a admitir la hipótesis científica del cambio climático al experimentarse una alta concentración de bióxido de carbono en la atmósfera y el senador John Mc Caine había propuesto un sistema de límites máximos de contaminación similar al de los demócratas, en la actualidad, el partido conservador está totalmente controlado por quiénes niegan que exista un cambio climático por ‘decisión propia’ y los ‘conspiracionistas’ para quiénes esa teoría es una gran mentira urdida por científicos de izquierda. Por desgracia, esta compleja situación de la política interna estadounidense podría conducir al mundo a un punto donde ya no habrá posibilidad de restablecer el equilibrio ecológico del Planeta.

Lo paradójico y enigmático de esta situación que vive la nación estadounidense han sido los resultados de las elecciones parciales del 4 de noviembre pasado con el triunfo apabullante de los candidatos republicanos, aun cuando en los últimos años sus acciones políticas se limitaron a obstruir todos los proyectos legislativos de Obama, desde el campo de la salud pública, la educación, los gastos de retiro, el tema migratorio y la ampliación con tintes racistas de los ámbitos de acción de la justicia y de la policía. Además de negar, sin fundamento, el grave problema mundial del calentamiento solar debido a la contaminación generada por las fuentes energéticas a base de hidrocarburos y de carbón mineral.

En el ámbito de las entidades federativas se han bloqueado los gastos de inversión en las infraestructuras urbanas y rurales, justo cuando más se requerían al existir bajas tasas de interés y alto desempleo. Pero a pesar de que dañaron mucho a su país con el sabotaje a los gastos de infraestructura y de los servicios sociales, los republicanos lograron una victoria pírrica en las urnas de las elecciones parciales de hace unos días. Ya que habrá dos años, desde ahora hasta las próximas elecciones presidenciales donde se evidenciará la nula capacidad política y de estrategia económica de los republicanos, puesto que no realizarán ninguna acción política innovadora en beneficio de los estadounidenses durante sus dos años de control total de las dos Cámaras, simplemente porque son personas en cuyas mentes no existe otra idea que pensar en enriquecerse y en conservar e incrementar los bienes materiales que han heredado de sus antepasados.

Con la nación estadounidense viviendo ahora mismo la parte inicial de la parábola de su decadencia es muy probable que las grandes mayorías de los ciudadanos norteamericanos que asistan a votar en las elecciones federales próximas logren comprender que el inminente éxito económico que está resurgiendo en los Estados Unidos no sea atribuido a los republicanos que se concretaron a obstaculizar al gobierno de Obama y en períodos anteriores – cuando era presidente Bush padre -tuvieron la ‘brillante’ idea de enviar al Lejano Oriente y al Sudeste Asiático las industrias con altos márgenes de manufactura para deshacerse de las responsabilidades fiscales y laborales, sino a los pocos aciertos de los demócratas que lograron disminuir los gastos bélicos en el ámbito internacional, al retirarse paulatinamente de los países del Norte de Africa, de la región arábiga y del Medio Oriente, así como los pequeños triunfos de Obama en los ámbitos de los servicios de salud, de educación y de otros servicios sociales.

Adenda: Es probable que los Estados Unidos logre una parcial recuperación de su economía y de sus finanzas en los próximos años, pero es un hecho que no volverá a ser el gran líder del nuevo mundo actual y será aún más difícil si los republicanos llegasen a controlar el Poder Ejecutivo.