La recesión causada por la pandemia actual que es la mayor en toda la historia es el colofón a un lustro de bajo crecimiento en el que Brasil se separó del camino del resto de los países emergentes. Desde el año pasado, cuando la pandemia no entraba aún en las matrices de riesgos de Gobiernos y de grandes corporaciones, la región ya profundizaba su estancamiento con un crecimiento de 0.1% y era el peor quinquenio de Brasil, desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Pero se fio la crisis sanitaria con violencia causando un retroceso de casi dos décadas en todos los indicadores de desarrollo.
Aunque en el 2008 toda Latinoamérica parecía que empezaba a tener éxito, 12 años después dicho progreso está en grave riesgo. Tras el auge de los productos básicos llegarían años de estancamiento en la economía y en lo social. En esto llegó el virus que desplomaría el PIB Latinoamericano en el 2020 con 9.1% la Cepal, 7.2% el Banco Mundial y 9.4% el FMI.
Lo peor de todo, según el Centro Internacional de Globalización y Desarrollo es el aspecto social, ya que el número de personas pobres pasará de 185 a 231 millones y la pobreza extrema subirá de 68 a 96 millones. Poco más del 15% de la población total.