Poco después de haber entrado en el tercer milenio, el joven y brillante economista francés Thomas Picketty confirmó mediante un largo y minucioso estudio de los ingresos del capital y del trabajo durante más de doscientos años de historia que finalmente el Capital había vencido al Trabajo y había logrado evitar la inminente revolución que había planteado Marx. Había vencido además a la peligrosa perspectiva de la filosofía proletaria y se había unificado en un sistema filosófico o modelo político sustentado en el Derecho Universal. Aunque el modelo del Trabajo inspirado por Marx intentó dar una lucha final contra el Capital, dando una gran batalla que puede considerarse como el principal contenido de la historia sociopolítica del siglo XX, el mal mundial ganó y la subjetividad del Capital demostró su superioridad sobre la creciente demanda del Trabajo en una sociedad industrializada.
La experiencia rusa demostró que la revolución socialista era posible y pudo llevar al éxito a un país con un capitalismo subdesarrollado en donde había un porcentaje muy pequeño de proletarios industriales. Pero después de la victoria de los bolcheviques, el proceso revolucionario no se extendió a Europa, sino que se detuvo en las fronteras de lo que había sido el viejo Imperio Ruso. De modo que el Trabajo formó un partido político y venció al Capital en condiciones muy diferentes a las previstas por Marx. O sea que, sin intentarlo, Rusia corrigió y destruyó la teoría de quién había sido el padre fundador del comunismo.
Hoy se sabe que el estado socialista en realidad se liquidó a sí mismo como resultado de procesos internos que llevaron al sistema nacional bolchevique al borde del infierno con los burgueses de la Perestroika y cuarenta años antes cayeron los otros regímenes no capitalistas de Europa, la Italia fascista y la Alemania nazi. De modo que el Capital venció al Trabajo en todas sus manifestaciones ideológicas hacia fines del siglo XX, incluyendo a la social democracia europea y a las variantes de algunos regímenes conocidos como ‘tercera vía’. A final de cuentas el Capital resultó más fuerte e inteligente que el Trabajo y no permitió realizarse plenamente al ‘comunismo’ en la historia. De modo que en el mundo occidental del presente es muy difícil diagnosticar el modelo político que prevalecerá en el corto plazo y el simple estudio de la economía mundial no es suficiente para descubrir el futuro del mundo actual.
Por lo que en el mundo actual, además de tratar la realidad mundial y el futuro a través de la economía, también se puede hacer a través de la geopolítica. Al igual que en el estudio del modelo económico mundial donde predominan el Capital y el Trabajo, en la geopolítica del mundo actual existen dos elementos fundamentales que serían Oriente y Occidente. En el momento actual lo que interesa a todo mundo es hacer un resumen de la historia de la sociedad industrial como en el modelo económico para que nos lleve a conclusiones similares.
Oriente y Occidente se convirtieron en los dos elementos básicos de carácter planetario hasta la segunda mitad del siglo XX. Mientras que Occidente encontró su expresión final en los Estados Unidos y la OTAN, Oriente se encarnó en el grupo de países socialistas que se habían formado con el Pacto de Varsovia y luego se extendieron por toda Asia al oriente sin lograr nada importante, sino un extenso territorio vacío. Y hasta mediados del siglo XX surgieron las dos nuevas grandes naciones con dimensión de potencias mundiales que fueron la India y China.
Ahora mismo el mundo global enfrenta un problema similar al de hace casi un siglo, cuando los países del Eje se convirtieron en un gran obstáculo para impedir el desarrollo urbano de la civilización en el Planeta. Dichos países del Eje intentaron hacer valer su independencia geopolítica y su auto suficiencia. En ese momento de los años veinte y treinta el fascismo, el nazismo y el comunismo ruso fueron una barrera para que la Eurasia de los soviéticos se expandiera tanto hacia Occidente como hacia Oriente. Generando guerras y conflictos intercontinentales que impidieron la realización de una estrategia geopolítica en Eurasia, con el triunfo definitivo de Occidente que ahora mismo se está tambaleando. Pero con la creación de nuevas rutas comerciales de carácter global y con la aparición de nuevos bancos intercontientales creados por China, se han podido financiar a las nuevas rutas comerciales en Asia y en Latinoamérica, siendo probable que se construya un nuevo orden mundial donde exista un mayor equilibrio comercial, industrial y financiero entre las diferentes naciones que permita desarrollarse un poco más a los países más pobres del mundo que van en aumento día con día.
Adenda: Todo hace suponer que el mundo occidental se ha fragmentado y los Estados Unidos ya no estarán apoyados por los principales países de Europa y por Japón. Mientras que en el mundo de Oriente se realiza un complejo proceso de adaptación a la nueva realidad mundial donde las materias primas y los alimentos básicos siguen subiendo de precio y las guerras del pasado donde habían gran cantidad de muertos y enormes gastos por armas y combustibles están desapareciendo. Quiénes lleguen a controlar el Planeta en el corto y mediano plazo serán las naciones que puedan imprimir sus divisas y hacerlas valer en todo el mundo, tal como lo han hecho los EUA e Inglaterra por poco más de cien años. O de plano surgirá un nuevo orden mundial totalmente diferente al actual que aun no se puede visualizar.