Críticas al Estado Moderno

Desde que surgió la burocracia del Estado Moderno, empezaron algunos vicios en la administración política de las sociedades, independientemente de que estas fueran de corte liberal, democráticas, socialistas, comunistas o con fundamentos monárquicos o autárquicos. Por lo que intentaré presentar los análisis políticos a dicho modelo democrático republicano por el brillante escritor, filósofo y crítico mexicano Octavio Paz, quién a pesar de que renunció inesperadamente a su formación de izquierda política, fue sin duda el crítico más profundo del sistema burocrático del Estado Moderno.

Decía Octavio Paz que ‘sin política no hay organización social, ni convivencia, ni cultura: no hay sociedad. Si se desea conocer lo que es una sociedad hay que interrogar a su cultura, a sus leyes, a sus monumentos, sus ciencias, sus formas económicas, sus creencias… y sus instituciones políticas. La política es parte de la cultura y sin ella no es posible entender a nuestro mundo ni a nuestra sociedad.

Según Octavio Paz, el arte político del siglo XX propagó muchas mentiras y adoró ídolos cubiertos de lodo y sangre. ‘Es imposible olvidar las bajezas, inepcias y tonterías que grandes poetas escribieron en honor de Stalin y de Mao. Es un triste capítulo de lo que llamaba Benjamín Peret ‘el deshonor de los poetas’ La literatura política es otra cosa: es Voltaire y es Marx, es un panfleto y es un tratado de filosofía, es Maquiavelo y es Platón.’

‘En todas las épocas la política ha sido parte de la filosofía: pienso en Confucio, en Aristóteles, en Tomás de Aquino. Esto es particularmente cierto en la Edad Moderna. A mi juicio, lo que distingue la modernidad de los otros períodos históricos es la preeminencia de la crítica. Somos los hijos – no siempre fieles – de la Ilustración, de Hume y de Kant, de Rousseau y de Diderot. Somos lo que somos gracias a esos padres de la Modernidad. La democracia moderna nació de la crítica, la crítica necesita para despegarse de ciertas condiciones políticas y sociales: la libertad de expresión y de reunión, la de imprimir y difundir lo impreso, etc. La crítica contribuyó poderosamente al reconocimiento de la democracia; al mismo tiempo, sin la democracia no existiría la crítica. La democracia es su creación y ella es su criatura. El tema de la crítica – nota definitoria de la cultura moderna – nos lleva al de la democracia. Democracia sin libertad de crítica no es democracia’.

Ya hacia el fin de su vida, en 1993, Octavio Paz publicó en Proceso unos conceptos sobre la democracia que no deben ser olvidados y son de vigencia en este momento:

‘La democracia es una idea, pero asimismo es una cultura y una práctica de aprendizaje. Triunfa ahí donde se convierte en costumbre y segunda naturaleza. Y una advertencia: la política es el teatro de los espejismos; solo la crítica puede preservarnos de sus nefastos y sangrientos hechizos. No me hago ilusiones acerca de la democracia: no nos dará ni la felicidad ni la virtud. Los demócratas mexicanos deben contemplarse en el espejo de las democracias occidentales. La imagen no es admirable: abundan las injusticias y las desigualdades, hay muchos horrores, muchas estupideces. En el momento en el que México parece dar el salto hacia la modernidad, descubrimos que esta modernidad está en crisis y que vive en una pausa, en un vacío histórico. La suerte de México no es distinta a la del mundo; la pregunta sobre la modernidad y su desenlace en el siglo XXI también nos concierne a nosotros. Me atreví a decirlo hace ya más de cincuenta años: por primera vez en la historia somos contemporáneos de todos los hombres’.

Aunque la conducta de su personal vida política fue controversial para muchos admiradores – entre los que me incluyo – no hay duda de que Octavio Paz ha sido el intelectual más profundo en la historia política de México y ahora mismo nos señala el camino a seguir. Ya que en su momento él logró cambiar la palabra oral por la escrita y ahora nos señala que la palabra escrita que controló al Estado Moderno pronto desaparecerá en el mundo digital, pero la burocracia seguirá gobernando.

La actual ausencia de Octavio Paz, al mismo tiempo de la de Carlos Fuentes nos hace percibir la necesidad de personajes capaces de ver a la sociedad mexicana y al mundo desde una perspectiva más amplia, más racional y más honesta para que nuestra nación en decadencia pueda sobrevivir con dignidad a la condición de colonia de segunda categoría que nos ha impuesto el gobierno estadounidense y a la oligarquía de funestos personajes que nos ha heredado la vieja familia postrevolucionaria y los herederos de las fortunas bancarias y empresariales.

Adenda: La ineptitud y la corrupción de los actuales dirigentes políticos de México ha conducido al país a uno de los momentos más tristes de su historia, ya que la cantidad de personas viviendo en condiciones de penuria ya supera a la mitad de toda la población actual y existe la tendencia a que esa situación se agudice en los próximos años. Es el momento propicio para que surjan nuevos líderes políticos de alta conciencia moral, al margen de la caterva de ineptos y sinvergüenzas que han generado los actuales partidos políticos y el sistema burocrático mexicano de los últimos cincuenta años.

Aunque todos los miembros de estas nuevas generaciones de hijos de políticos y de millonarios que controlan el País han sido formados bajo la concepción del mundo de los estadounidenses, siempre será posible que surjan seres autónomos y racionales como Benito Juárez y Lázaro Cárdenas.