Sobre los Derechos Universales

En estos momentos de la historia de la civilización humana se extienden densos nubarrones de inquietud en muchas regiones del mundo y todo hace suponer que el orden mundial creado por la ONU tras la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948 ya no podrá mantener los términos actuales de la convivencia internacional durante más tiempo y será necesario un replanteamiento del Orden Mundial. Desde los problemas migratorios y de fragmentación de Europa, los conflictos en todo el norte de Africa, de su región central y subsahariana, hasta la cruenta guerra del Estado Islámico en el Medio Oriente, la escisión de la relación de Arabia y los Estados Unidos, la lucha por el control de regiones y de países vecinos de Rusia, hasta el actual conflicto en los mares del Sur de China y la lucha entre EUA y China por los litorales del Pacífico en decenas de países de diferentes Continentes son síntomas claros de que el Orden Mundial de 1948 ya no funciona en el presente.

La declaración universal de los Derechos Humanos fue aprobada por la Asamblea General de la ONU en 1948. En sus 30 artículos contiene los derechos civiles, culturales, políticos y sociales que todo ser humano tiene desde que nace. Con ello, la ONU sienta las bases para generalizar la justicia, la libertad y la paz de todo ser humano. Los derechos universales son interdependientes e indivisibles porque se reconocen a todos los seres humanos sin excepción y suponen una obligación para los Estados que deberán velar por su respeto sin poder limitarlos, sino protegerlos e impedir cualquier abuso. Tratando de hacer una síntesis en términos populares de los principales artículos de dicha declaración se podría decir:

1.- Todos hemos nacido libres e iguales.

2.- No discrimines.

3.- El derecho a la vida en libertad y seguros.

4.- Ningún tipo de esclavitud.

5.- Ningún tipo de tortura.

6.- Conserva sus derechos sin importar a donde viaje.

7.- Todos somos iguales ante la ley.

8.- La ley protege tus Derechos Humanos.

9.- No habrá detenciones injustas.

10.- Todos tienen derecho a un juicio.

Existen además otros 20 artículos en esta Declaración Universal de los Derechos Humanos que está basada en los que son considerados en todo el mundo los valores fundamentales, que en orden alfabético serían: amistad, amor, bondad, confianza, fraternidad, honor, honradez, justicia, libertad, paz, respeto, responsabilidad, solidaridad, tolerancia, valentía y verdad.

Todos estos conceptos han permanecido sin cuestionamiento desde que fueron creados hacia fines del siglo XVIII por los sabios franceses de la Ilustración hasta la última etapa del siglo 20 cuando surgieron los antropólogos, neurólogos,  biólogos, filósofos, físicos y demás científicos de la Tercera Cultura que mediante pruebas científicas irrefutables demostraron que dichas conductas no eran las que la gran mayoría de los seres humanos había utilizado durante sus diversas etapas evolutivas, sino por el contrario eran valores negativos, como la vanidad, la venganza, la violencia, el egoísmo, el individualismo, la xenofobia, la megalomanía, el narcisismo y otras más de esa misma índole las que verdaderamente han guiado la mente del ser humano desde que apareció en la faz de la Tierra y  han construido al mundo actual.

Fue justamente mediante el uso de dichas conductas que la especie humana se diferenció de las demás especies animales al permitir que subsistieran seres humanos de menor fuerza física pero con mayor capacidad cerebral. Por lo que desde que terminó el nomadismo hacia fines del neolítico, los seres humanos más inteligentes y no los más fuertes fueron los que controlaron tanto el poder político como el económico.

Fueron tan problemáticas las conclusiones a las que llegaron los científicos de la Tercera Cultura que se vieron obligados a comunicar sus resultados por la vía metafórica de la narrativa, ya que los científicos institucionales eran controlados por los mega ricos y se negaban a aceptarlos. De ahí se derivan los famosos libros del físico matemático Roger Penrose, del biólogo, Richard Dawkins, del científico del caos, Hawking, del físico Paul Davis, del científico cognitivo Steve Pinker, del biólogo Stuart Kauffman, del filósofo Daniel Dennet y de otros más donde la mayoría de ellos fueron premios Nobel que lograron conceptos inaceptables para quienes tenían y tienen el poder de la tecnología, de la economía y de la política y veían muy afectados sus intereses, ya que sus empresas en el ámbito de la generación de energía, de producción de armas, de explotación de minerales, de producción de productos químicos contaminantes, de transgénicos y dedicadas a la fabricación de drogas medicinales, de control de hospitales y clínicas, además de todo tipo de seguros de salud se pondrían en entredicho y sus fortunas en riesgo. De modo que todos los nuevos conceptos biológicos, antropológicos, neurológicos y sociales que descubrieron los científicos de la Tercera Cultura fueron reducidos a un éxito editorial que duró algunos años  y a hipótesis y teorías que son combatidas en la mayoría de las universidades anglosajonas patrocinadas por los hombres más ricos del mundo.

Adenda: Aunque en este momento todas las potencias del mundo – con excepción de los Estados Unidos – se rehusan a sugerir cambios importantes en el actual orden mundial y pretenden dejar pasar la crisis actual para actuar. En los hechos esos cambios ya están sucediendo, tanto en el orden comercial como en el tecnológico y financiero. Ya que el banco internacional creado por China conocido como el Asian Infraestructure Investing Bank (AIIB) ya está asociado en algunos países con el Banco Mundial y las dos principales monedas de cambio internacionales, el dólar y la libra esterlina están a punto de perder el control mundial del sistema monetario.