Nada es más difícil para el ser humano que realizar un análisis objetivo y profundo de su vida presente. Al estar inmerso en la realidad del ahora, no le es posible desvincularse de su vida doméstica y de los avatares parroquiales del entorno donde vive. La única forma posible es intentar la solitud. Debe existir un estado muy sereno en el individuo, donde domine una salud física y mental completa y se logren morigerar las necesidades convivenciales inherentes a todos los seres humanos. Aun así es casi imposible realizar un análisis de la sociedad sin la persistencia de visiones axiomáticas y reduccionistas.
A pesar de que en la mente humana existe una fuerte tendencia al individualismo y a la adopción de los paradigmas que impone la élite del poder económico, hasta cierto grado es posible percibir ciertos elementos de cambio en la sociedad humana que la están llevando de una etapa donde no se le permite tener una opinión propia a otra donde su punto de vista personal ya no es manipulado por el medio televisivo, sino que contiene una especie de juicio de sí mismo obtenido por medio de la información digital, el cual es compartido con otros seres humanos de diferentes regiones del Planeta a través de los nuevos mecanismos de comunicación de las redes sociales. Este proceso está originando un cambio sustancial en el ser humano que lo conduce del período del ‘homo videns’ en el siglo 20 al del ‘homo digitalis’ en el siglo 21.
Según Giovanni Sartori, creador del concepto del ‘homo videns’, el ser humano del siglo 20 se formó a través del uso de sus cinco sentidos y ha sido siempre mediante la escritura que conoció las ciencias, la política, la economía y sus mitos religiosos, mientras que la información del siglo pasado fue obtenida a través de los medios audiovisuales, por lo que nunca pudo hacer abstracciones ni desarrollar conceptos, ya que los medios audiovisuales presentan ‘realidades’ previamente interpretadas por los monopolios masmediáticos aún vigentes creando un falso gobierno democrático (poliarquía), sustentado en la supuesta opinión de las mayorías que a su vez es manipulada por empresas encuestadoras al servicio de los poderes fácticos del Estado.
En la nueva visión del ‘homo digitalis’ de Nicholas Negroponte, distinguido catedrático y consejero del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts), el ser humano nace y logra sobrevivir utilizando la tecnología, la cual ha evolucionado rápidamente en las últimas décadas. Este desarrollo tecnológico va vinculando cada vez a mayor número de personas de diferentes culturas y muy pronto estará al alcance de todas las personas del mundo. De tal forma que la infinidad de seres humanos integrantes de las redes sociales ya casi son los verdaderos líderes de opinión (en lugar de los monopolios televisivos) y serán manipulados por ellos, sin ningún tipo de liderazgo y sin otro propósito que la convivencia pacífica.
Este fenómeno social actual está convirtiendo al mundo en una sociedad global, donde los niños aprenden a través de las nuevas tecnologías digitales, mucho antes de leer un libro. Así como ahora existen televisiones en todas las familias del mundo, al margen de su poder adquisitivo, en pocos años más serán sustituidas por computadoras personales o los diversos instrumentos de comunicación digital. Mientras que la información en la etapa del ‘homo videns’ ha sido pasiva, la del ‘homo digitalis’ desarrolla su propia crítica. Así como la ‘televisión’ ha creado adicción y dependencia, los instrumentos digitales también están produciendo adictos, pero ya no será una sociedad pasiva dominada por los grandes capitalistas del mundo, sino que buscará aprender y divulgar las nuevas tecnologías para bienestar de la sociedad global, al margen de todas las condiciones inicuas que imponen los paranoicos líderes neofascistas que controlan al mundo actual.
A pesar de la enorme dificultad que representa hacer un análisis objetivo del presente, existen algunos elementos visibles de la sociedad actual que ya se han transformado y muchos que no son visibles por su involucramiento en el presente . No hay duda de que la mayoría de las naciones desaparecerán o se integrarán a grupos de naciones más amplios, la institución política del Estado se colapsará por falta de recursos, la geografía política cambiará por completo, el lenguaje digital será una herramienta de comunicación universal, el espionaje a través de los medios digitales se convertirá en el único instrumento de violencia para negociar las diferencias entre las diversas sociedades del mundo, mientras que el desarrollo acelerado de dichos medios propiciará la principal fuente de generación de empleos como sucedáneo a la actividad manufacturera de la desaparecida sociedad postindustrial.
De esta forma dejarán de fabricarse los instrumentos bélicos que causan muertes por todo el mundo subdesarrollado y aumentará el empleo en actividades intelectuales que reducirán el consumo de alimentos, de medios de transportación y de energéticos en general. Por lo que es muy posible una restauración del equilibrio ecológico del Planeta en el corto plazo.
En los ámbitos del ser individual y de la familia se contemplan cambios muy profundos. La nueva comunicación digital está generando una nueva forma de expresar las emociones y las ideas. Está creando nuevas identidades falsas en aquellas personas que no están satisfechas con lo que son ahora, así como una nueva forma de cognición que hace sentirse al ser humano como autónomo e irrepetible. Es una nueva etapa en la evolución del cerebro humano donde su hemisferio analógico dejará de funcionar con la intensidad de las etapas de sobrevivencia, de sociedad rural controlada por representantes divinos, de la creación del estado moderno donde la racionalidad de la Ilustración impuso sus axiomas durante dos siglos y finalmente el control de los medios audiovisuales durante el siglo pasado. Hasta llegar al mundo digital de hoy donde ha desaparecido la palabra y empezará a emplearse con más frecuencia el hemisferio cerebral de la lógica.
En el aspecto de la conservación de la familia como núcleo de la sociedad es muy probable la desaparición del matrimonio monogámico y procreativo legitimado por el Estado y las instituciones eclesiales. En ese mismo ámbito de la sexualidad de los seres humanos habrá una expansión desmesurada de otros criterios sexuales y antropológicos que hasta ahora habían sido reprimidos por las principales instituciones que rigen al Estado.
Adenda.- No obstante esta visión optimista del nuevo mundo digital, persisten elementos que no pueden aún ser controlados por los organismos internacionales que dictan las normatividades en el mundo, como el uso de cancerígenos en la explotación de ciertos hidrocarburos gaseosos por medio del ‘fracking’, el incremento del uso del carbón mineral como principal fuente de energía en China, principal consumidor de energéticos en el presente, más la explotación ilegal de ciertos minerales fundamentales en el mundo actual, como la bauxita y el litio. Pero no hay duda de que nuestros herederos vivirán en un mundo mejor.
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