El día Sàbado, 24 de julio murió el gran pintor y muralista mexicano Gerardo Cantú Guzmán, quién está considerado un artista plástico a la altura de Diego Rivera, Rufino Tamayo, David Alfaro Siqueiros y Francisco Toledo, las máximas luminarias de la plástica mexicana de toda su historia.

Gerardo Cantú se caracterizaba por una movilidad siempre presente en su paisaje y por una expresión de amor y dulzura en los retratos de sus personajes que lo mismo procedían de Europa como de todas las etnias indígenas existentes en México, las clases medias y las populares.

Aunque era nativo de la pequeña ciudad de Nueva Rosita, Coahuila todo su soporte económico y político siempre provino de la Universidad de Nuevo León, del Gobierno del Estado y el Municipio de Monterrey.

Gracias a Gerardo Cantú, por primera vez en la Historia, la ciudad de Monterrey aparece al nivel de las tradicionales ciudades con bellas arquitecturas y artes plásticas exepcionales como Zacatecas, Guanajuato, Jalisco, la ciudad de México y las poblaciones de la región huasteca.