Hasta el último momento de su mandato, Netanyahu trató de sabotear el gobierno de Yair Laped, buscando que algún diputado derechista cambiara su voto y lo apoyara.
Uno de los motivos de Netanyahu para seguir en el poder era el de garantizarse la inmunidad con un cambio en la ley que le protegiera de los cargos de corrupción. Mientras, al revés varios de sus oponentes políticos pretenden prohibir que un imputado pueda presentarse a las elecciones frustrando así cualquier intento de Netanyahu a la política activa.
Finalmente, los israelitas todavía no se sienten seguros de que ahora sea el fin de Netanyahu en la vida política de Israel.