La actividad económica significa ‘la correcta administración de los bienes’ y es la que satisface las necesidades materiales básicas de los seres humanos. Está ligada en forma estrecha a la historia de la civilización humana que ha sido una lucha constante del ser humano para cubrir sus necesidades fundamentales como la alimentación, la vivienda y el vestido desde su primera época y luego la lucha para alcanzar un mejor nivel de vida.
En un principio el hombre luchó contra otros animales vivientes para atender esas necesidades, disputándoles el alimento existente en la naturaleza y luego matándolos para comer su carne y utilizar su piel para cubrirse con ella. Luego se aprovecharon de todos los bienes naturales y emplearon su inteligencia excepcional para construir sus casas, tejer sus vestidos y conseguir más y mejores alimentos. Estas necesidades han ido evolucionando a través del tiempo y con ellas las actividades económicas, desde el Paleolítico hasta la era actual.
De la clasificación convencional de las edades de la civilización humana, con el Paleolítico, la Edad Antigua, la Edad Media, la Moderna y la Contemporánea, solo he seleccionado estas dos últimas para tratar de interpretar los acontecimientos actuales, donde el mundo se dirige hacia el principio de una nueva época o edad, de acuerdo a la tendencia que llevan sus actividades económicas actuales.
La Edad Moderna está comprendida entre los siglos XVI y XVII, cuyo principal evento económico fue la aparición y el desarrollo del capitalismo comercial. Mientras que ya en el siglo XIX surge la Edad Contemporánea, cuyos principales eventos fueron la revolución industrial y la aparición del liberalismo económico. Además del gran capitalismo con la propiedad industrial, la iniciativa privada y la libertad de mercado.
Ya en el siglo XX surgen las actividades económicas relacionadas con el capitalismo, el socialismo y el surgimiento del denominado Tercer Mundo. También surge la revolución informática, científica y técnica, el capitalismo financiero y el Estado de bienestar. Mientras que justo al inicio del siglo XXI aparece el mundo digital que ahora mismo vivimos en su primera etapa.
En el sistema económico actual los tres principales agentes de la actividad económica son las empresas, el Estado y los consumidores. Y la empresa ha ido adquiriendo un significado más completo, aun cuando esta forma de producir ha existido desde hace mucho tiempo. En los siglos XVII y XVIII se estableció el capitalismo mercantil, donde el comercio era la actividad económica básica y surgió la empresa comercial que se dedicaba principalmente a desarrollar el comercio internacional.
En esa misma época se desarrolló también con rapidez la actividad bancaria cuyo principal propósito era el de financiar las campañas bélicas de las grandes potencias de esa época. En tanto que las Compañías de las Indias fueron las primeras sociedades comerciales de la historia y su objetivo era comercializar con territorios muy alejados de Europa que por primera vez se abrían al mundo comercial.
Ya en el siglo XIX los sistemas económicos fueron consecuencia de la Revolución Industrial iniciada en el siglo XVIII. Esto impulsó una actividad económica mucho más compleja que la comercial y en ese contexto surgieron las empresas industriales que se dedicaron a actividades transformadoras. De modo que la mayor parte de las empresas eran fábricas, cuya principal función era la de ser unidades económicas de producción.
Poco a poco el trabajo se volvió más mecánico que manual y trajo consigo la necesidad de más operarios. A ritmo lento fueron desapareciendo los pequeños talleres artesanales y su actividad se trasladó a las fábricas. El crecimiento económico de las empresas de esa época se aceleró y surgieron las grandes sociedades fabriles, así como los mercados oligopólicos y monopólicos en los que una empresa o unas cuantas se repartían el mercado total.
Ya en el siglo XX, la producción dejó de ser la única preocupación de las sociedades fabriles. Crecieron tanto las empresas que surgió la necesidad de diferenciar al empresario de los dueños del capital. Y la empresa dejó de ser una unidad de producción para convertirse en una unidad financiera que tomaba sus propias decisiones. Por lo que el capital financiero surgió de la necesidad de encontrar nuevas fuentes de financiamiento cuando la empresa empezó a requerir mayor volumen de capital para poder incorporar las innovaciones tecnológicas y lograr la concentración del mercado en manos de grandes sociedades, trusts y holdings empresariales.
Esto trajo consigo el desarrollo del crédito bancario que les servía para poder ser visibles en grandes dimensiones. Surgiendo las sociedades anónimas, cuyo capital se dividía en acciones que eran negociadas en las bolsas de valores. En el presente la función de las empresas se ha vuelto mucho más complejo, debido a la globalización y al rápido surgimiento de las nuevas tecnologías de la información y del conocimiento. En las empresas de gran tamaño de la actualidad están bien definidas las figuras del empresario y del dueño del capital.
De modo que la empresa actual contiene varios factores de productividad, como los recursos naturales, el personal y el capital que deben ser organizados por el empresario con el fin de obtener un beneficio económico, pero sin olvidar su responsabilidad social y con el entorno que le rodea. Por lo que la empresa actual no es un ente aislado, sino que forma parte de un entorno formado por los factores demográficos, tecnológicos, legales, de competencia y de entidades financieras.
Ahora que desde hace un par de décadas vivimos en el mundo digital surge la pregunta de si la inteligencia digital es una nueva área de la inteligencia que requiere de una alfabetización distinta a la actual. Aunque la generación Z utiliza facebook y twitter para entrar en los archivos de ‘word´, leen los blogs que quieren y entran a internet para chatear y hacer sus tareas escolares, aún no han sido instruidos en sus escuelas para ver todas las posibilidades de acceso a la información que ofrecen las redes.
De todos modos, el actual aprendizaje de la tecnología digital se verá reflejado en un futuro próximo muy cercano donde el cambio de la cultura en las empresas va reflejando poco a poco la presencia de personal capacitado en la tecnología digital. En la actualidad el principal activo de las empresas es el capital intelectual, por lo que es fundamental proporcionar a los niños de hoy las herramientas necesarias y adecuadas al cambio tecnológico que opera en el mundo globalizado actual.
Adenda: Para quienes pertenecemos a generaciones anteriores a la ‘Z’ nos resulta muy difícil convivir con quiénes ya tienen otra forma de comunicación y ya viven, sin esfuerzo, en otro mundo al que nos cuesta mucho trabajo acceder y más aún comprenderlo. No obstante, es un hecho visible que ya existe una nueva forma de la economía que está ajustándose a los nuevos paradigmas del mundo digital que sin duda serán mejores que los actuales, ya que por lo menos eliminan la violencia y morigeran las emociones del ser humano.