El Nuevo Mundo del SigloXXI

Según George Osborne, ministro de finanzas del Reino Unido, su país se convertirá en el mayor socio comercial de China en Europa y la prensa de Inglaterra anuncia acuerdos muy importantes de inversión china en proyectos de infraestructura como centrales nucleares y un ambicioso programa ferroviario entre Londres y el norte del País. También señala Osborne que ha invitado a los inversionistas chinos a participar en dos centrales nucleares de diseño y construcción en Bradwell, condado de Essex y otros puntos más. Con este proyecto Osborne ha intentado pasar de una exportación actual de 34,000 millones de euros a 41,000 millones de euros antes del 2030. Llegando a ser el segundo mayor mercado para China después de los Estados Unidos.

Por otra parte, el millonario chino Jack Ma, presidente y fundador del grupo empresarial Alibaba asesorará a las pequeñas y medianas empresas inglesas a incrementar sus exportaciones a China utilizando plataformas similares a las de Alibaba para introducirse en el mercado chino. Este grupo empresarial que cotiza en Wall Street está considerado el mayor del mundo por su valor de transacciones en comercio electrónico y móvil. Aunque el producto interno bruto de la economía china descendió a 6.9% en el último bimestre, no hay duda de que sigue por muy buen camino y el tropiezo se debió en gran parte a proceso de acomodamiento del yuan como moneda de cambio internacional y a su adaptación a las normatividades de los organismos financieros internacionales.

Esta visita del presidente chino Jinping a Inglaterra ha sido por invitación directa de la reina Isabel y constituye parte de un proceso de incorporación de China a las principales potencias de Occidente. Ya que la semana pasada Jinping visitó a los Estados Unidos para asociarse en materia de tecnologías digitales y en la fabricación de piezas para aviones de pasajeros. En los últimos meses de este año, la actividad comercial, tecnológica y financiera de China se ha ido extendiendo por toda la ‘nueva ruta de la seda’ que va de Pekín a Europa Occidental pasando por Rusia, la India y varias naciones asiáticas que ya están asociadas con China.

Todo este replanteamiento del nuevo orden mundial conduce hacia la hipótesis de que debido al gran costo de las guerras internacionales, al crecimiento de la demografía de las naciones más pobres con los consiguientes problemas migratorios, a las consecuencias actuales que dejaron las invasiones de Occidente en el Medio Oriente, en Africa y en diversas regiones de Asia es inevitable que se reconstruya el mundo de la economía, el comercio y las finanzas mundiales. Donde las regiones con escasa demografía como Europa y China tendrán que albergar a jóvenes migrantes de otras naciones o bien dedicarse a actividades económicas donde no sea necesaria la mano de obra de las personas jóvenes y fuertes.

Estados Unidos ya ha abandonado desde hace tiempo la industria automotriz, la siderúrgica, gran parte de la industria bélica y la de manufactura en general, mientras se inclina hacia la espacial, la digital, la de nuevas tecnologías científicas, nuevos productos médicos y la del mundo especulativo en general. No obstante, no sufren el problema de Europa Occidental de la falta de mano de obra, ya que cuentan con millones de inmigrantes con más de un siglo de vivir en ese País, más la cercanía geográfica de países latinoamericanos, como México, donde se pueden maquilar los productos industriales, de manufactura y artesanales a costos muy bajos y sin responsabilidades fiscales, laborales y ecológicas.

El problema demográfico de Europa es muy serio, ya que tendrán que operar mecanismos de admisión de migrantes jóvenes de Africa y de países del Medio Oriente, enseñarles sus lenguajes, sus costumbres, cuidar de su salud y educarlos en sus escuelas con altos costos para sus Gobiernos. Por lo que el futuro inmediato de Europa es muy complejo y lo más probable es que todo ese Continente entre en plena decadencia en fechas muy cercanas. Quizá las naciones que sobrevivan con cierto nivel de éxito sean las que cuentan con una industria turística muy desarrollada como Italia, Francia y España, mientras que las industrializadas serán las que más sufrirán.

También China está empezando a sufrir su déficit demográfico debido al control de la natalidad en las familias y a la enorme emigración de sus clases medias y altas hacia otros países con regímenes más liberales. Por lo que los expertos en esta materia indican la inminente asociación de China con la India para que le proporcione la gente joven que requiere para continuar el desarrollo tremendo de su economía que ha crecido a un ritmo promedio del 10% anual en los últimos 35 años, pero ya empiezan a escasear los jóvenes requeridos en la agricultura, la pecuaria, la minería y la industria de manufactura en general.

Podría concluirse que las naciones más favorecidas por el nuevo orden mundial de producción, financiero y comercial serán aquellas naciones cercanas a los Estados Unidos que a pesar de su decadencia sigue siendo el principal mercado del mundo; la India y algunas naciones del Sudeste Asiático que podrán aportar la mano de obra agrícola, pecuaria, de minería y artesanal que requiere la enorme economía de China que es la segunda en el mundo.

No hay duda de que Africa seguirá siendo víctima del coloniaje de las grandes potencias y Latinoamérica enfrentará grandes crisis políticas y financieras antes de que se incorporen al nuevo orden mundial. Sobre todo Brasil que es un enorme territorio con grandes riquezas minerales y energéticas que está en disputa entre China y los Estados Unidos desde que la iglesia evangélica volvió a tomar el control de la mayoría de la población brasileña.

Adenda: Dentro de un panorama complejo en todo el mundo se avizoran hechos muy positivos, como el fin de las guerras discrecionales, el control de los armamentos nucleares, la inminente protección del medio ambiente, la desaparición de los mitos religiosos y culturales que pretenden la eliminación de sus contrarios y el predominio de la ciencia y de la tecnología en el desarrollo de todas las naciones.