En China se producen la mayoría de los elementos para combatir la pandemia actual. Ahí se fabrican los respiradores más grandes del mundo, se hace la mitad de la producción global de máscaras N95 (brabijos) y buena parte de los trajes protectores para personal de salud y seguridad.
También se hacen la mayoría de los activos para elaborar los antibióticos con los que se combaten los efectos secundarios del Covid 19.
Los científicos chinos estarán en ventaja con la creación de una vacuna, por lo que si Pekín logra desarrollar un método para quitar el poder letal del coronavirus China ocupará el vacío que deje Estados Unidos en ese terreno.
La globalización ha sido golpeada por todos lados con el cierre de fronteras, las restricciones en el tránsito de personas y la cancelación de vuelos que redundan en insuficiencia económica de las personas.
De modo que si la crisis continúa durante el 2020, muchos países tendrán que fabricar productos esenciales que antes importaban de los mercados asiáticos. O sea que surgirá la nueva etapa de la Post-globalización.