El imperialismo estadounidense se describe como políticas orientadas a expandir las ideologías políticas, económicas y culturales de Estados Unidos más allá de sus límites territoriales.
Se basa en ideologías expansionistas sustentadas en la idea de la supremacía blanca, en que EUA es un estado excepcional y en el propósito de tomar territorios para obtener beneficios económicos.
El imperialismo de Estados Unidos está fundamentado en la idea de que EUA es un país especial entre las naciones del mundo, como su credo nacional, historia, instituciones, política y religión. Es la idea de que Estados Unidos tiene un propósito definido en el mundo que es el de defender la libertad y la democracia.
Al margen de sus orígenes, el imperialismo estadounidense llegó a la cúspide en 1800 hasta los años subsiguientes a la Segunda Guerra Mundial. Cuando Estados Unidos controló político, social y económicamente a países como Filipinas, Alemania, Cuba, Corea, Austria y Japón. En 1897 el presidente William McKinley firmó la anexión de Hawái en sociedad con algunos traidores de ese país.