Los países del G-7, además de Canadá, Francia, Alemania, Italia y Japón comparten la preocupación por China con diferentes enfoques. Tokio tiene tensiones históricas con Pekín, pero se ha abstenido de unirse a los países occidentales con sanciones por simple temor a su gigantesco vecino y socio comercial.
La Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN) participa como inviada junto a India, Australia, Corea del Sur, Sudáfrica y los representantes de la Unión Europea encabezados por el español Josep Borrell.
La presidencia británica del G-7 servirá para aglutinar a las sociedades democráticas y abiertas, y dar muestra de unidad en este momento tan necesario para enfrentar desafíos comunes y amenazas crecientes.
Reino Unido, que registró más de 127,500 muertos por Covid-19 está levantando su tercer confinamiento impuesto desde enero, pese a que otros países viven un recrudecimiento de la pandemia.
Dijo Blinken que ninguno de los desafíos que enfrentan los puede superar un país que actúe en solitario. Así lo señaló Blinken el lunes pasado en rueda de prensa que presentó en conjunto con Raab.
Desde su salida de la Unión Europea el año pasado, Reino Unido ha vuelto su mirada hacia la región Asia Pacífico. También desea compromisos mundiales más amplios y más contundentes en materia de la lucha contra el cambio climático y se prepara para albergar la Cumbre de Naciones Unidas sobre el cambio climático. Ya que la COP26 será en noviembre próximo en la ciudad de Glasgow en Escocia.