El reciente asesinato colectivo en Noruega, donde un ultraderechista radical asesinó a varias docenas de personas inocentes da una idea clara del crecimiento geométrico de los movimientos extremos de ultraderecha en toda Europa. Ahora mismo ya forman parte de coaliciones de gobierno en países como Dinamarca, Holanda, Italia y varias naciones de Europa del Este.

En Francia, según los avances de derecha extrema, Marine Le Pen, la hija de Jean Marie Le Pen podría derrotar a Sarkozy en el 2012, mientras que la ultraderecha crece con gran fuerza en los países nórdicos y en Bélgica, donde se les ha tenido que prohibir todo tipo de alianzas políticas y electorales.

Según los más reconocidos politólogos de Europa existe una clara vinculación entre la violencia de la extrema derecha y el avance de organismos populares xenófobos. Por otra parte, en el ámbito policial creen que los sistemas de inteligencia de Occidente sólo se han concentrado en combatir al Islam por los atentados de Al Qaeda, pero no son capaces de visualizar el crecimiento de un radicalismo al interior de las naciones europeas.

Aunque los nuevos partidos de derecha radical son diferentes a los profascistas que existieron en el siglo 20, los nuevos movimientos del siglo 21 son formados por líderes jóvenes y carismáticos que combaten todo lo que se deriva del Islam, además de tener un racismo y una xenofobia crecientes, más un odio terrible a la clase política actual, manipulada por los operadores de los grandes mercados financieros.

Otra característica fundamental de la nueva ultraderecha es que la edad promedio de sus miembros ronda los 40 años y sienten una gran aversión por la Unión Europea, mientras divulgan soluciones simplistas para los problemas de las sociedades europeas que se encuentran envejecidas y manipuladas por líderes conservadores.

Entre las principales agrupaciones de ultra derecha en Europa está, sin duda el Frente Nacional Francés, fundado por el padre de Marine Le Pen desde 2004 y ahora ya representa la tercera fuerza política de Francia y se ha convertido en una opción muy viable para los electores de la derecha política. Al igual que su padre, Marine Le Pen impulsa un fuerte odio contra el Islam y sus ideologías derivadas, además tiene un discurso muy fuerte contra la inmigración de todas partes, el estado benefactor y el papel de líder europeo de la fuerza política de izquierda que ha representado Francia desde hace muchos años.

En Austria destaca Heinz-Christian Strache, cuya personalidad de guapo artista de cine ha deslumbrado a la sociedad austríaca y ya alcanza poco más del 25% de la intención de votos nacionales y ha construido su partido con jóvenes formados en las corporaciones de estudiantes nacionalistas pangermánicos donde las mujeres están prohibidas para participar. También forman parte de su partido los modernos ‘neonazis’ como Filip Dewinter que es un belga heredero de quiénes ayudaron a Hitler durante la Segunda Guerra Mundial.

En Suecia está Jimmy Akeson, con sólo 31 años de edad quién es heredero de los fascistas suecos y ha logrado que su partido denominado ‘Demócratas Suecos’ abandone el neofascismo y solo pretende expulsar a los inmigrantes de su País, principalmente a los musulmanes que despojan de sus trabajos a los ciudadanos suecos.

Otro caso renombrado es el del populista y xenófobo holandés Geert Wilders, quién dejó al Partido Liberal para fundar el Partido de la Libertad. Wilders es un auténtico provocador profesional que se considere a sí mismo como ‘libertador de la extrema derecha’ y no desea ser identificado con grupos de ultraderecha de otros países.

Geert Wilders es el heredero político del asesinado líder Pim Fortuyn , mientras declaraba para ‘The Guardian’ que el Islam no era una religión, sino la ideología de una cultura obsoleta y fascista al hacer una analogía entre el Corán y el libro ‘Mi Lucha’ de Adolfo Hitler y expresar su profunda admiración por Behring, el multiasesino noruego.

En Finlandia está Timo Soini, líder del partido de los ‘verdaderos finlandeses’, quién a pesar de ser diputado de la Unión Europea odia y critica todos los conceptos y propósitos de este organismo multinacional.

La famosa ‘barbie fascista’ húngara, Kristina Morai es una atractiva rubia que encabeza una nueva generación de políticos con tendencias derechistas radicales. La ‘barbie’ es antisemita, xenófoba y odia a los gitanos, a quiénes considera históricamente criminales. Su partido, denominado ‘Jobbik’ es de ultraderecha y tiene a su servicio un grupo paramilitar ilegal que por razones desconocidas lo ha permitido el actual gobierno de Hungría.

En Noruega existe el Partido del Progreso (FRP) donde militaba el famoso multiasesino Anders Behring Breivik. Este partido político se consolidó como el segundo lugar nacional desde las elecciones del 2009, sólo detrás del Partido Laborista del actual Primer Ministro Stoltenberg, ya que en Noruega el crecimiento de los organismos políticos se logra con las principales fuentes de ingreso que son proporcionales al número de escaños que logren en el Parlamento.

Existen además muchos otros partidos políticos de extrema derecha en Polonia, Italia, Dinamarca, Gran Bretaña, Rumanía, República Checa y Bulgaria. Todo este crecimiento exponencial de la derecha radical hace suponer que los fascistas del siglo 21 van ganando, día a día más electores en Europa y en muy pocos años serán los líderes políticos en la mayoría de las naciones de Europa.

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