El Instituto de Defensa de la Democracia con sede en Estocolmo, así como la Fundación Nacional para la Democracia con sede en Washington, DC apoyados por líderes políticos y cívicos de todo el mundo, incluidos 13 Premios Nobel y 62 jefes de estado y de gobierno afirmaron en una carta que diversos gobiernos de todo el mundo han reunido poderes de emergencia que restringen los derechos humanos y aumentan la vigilancia estatal que en muchos casos ignoran las restricciones legales, los controles, los equilibrios y los plazos de tiempo para restaurar el orden constitucional.
Esta es una llamada a defender la democracia que busca crear conciencia y movilizar a los ciudadanos y a los responsables políticos para proteger la democracia reconociendo que este es el sistema más efectivo para manejar las crisis mundiales y proteger los derechos de todos los ciudadanos.
En particular las minorías y los grupos más pobres. ‘La pandemia, dice la carta, es un terrible desafío global para la democracia. En tanto que los líderes autoritarios ven el Covid-19 como un nuevo campo de batalla político, en su lucha para estigmatizar la democracia como débil y revertir sus impresionantes logros de las últimas décadas.