El cine francés de los 50´s

 

Desde una visión mediológica, es inevitable reconocer que el cine de Hollywood de los años cincuentas hizo añicos los intentos del cine mexicano de los años cuarentas y cincuentas para crear una identidad nacional. Los conceptos ocultos del dominio de los Estados Unidos en todo el mundo fueron difundidos por Hollywood en sus películas de guerras estratégicas y justas donde se destruían naciones enteras contrarias a su Imperio legitimado por su poderío bélico y de los vaqueros rubios que masacraban con la aprobación de su Dios a las etnias aborígenes que ya existían desde antes del arribo de los cuáqueros a Norteamérica. Hubo además un proceso apologético desmesurado hacia una clase media emergente supuestamente creacionista, ansiosa de formar una familia con educación superior, y gozando de todos los satisfactores materiales existentes en esa época.

No obstante, esos supuestos paradigmas de la postguerra fueron totalmente manipulados por Hollywood y por sus bellas artistas blancas que antes de empezar a crear una familia cristiana con delicados valores morales, eran expertas bailarinas de ritmos afroamericanos, habían igualado los derechos constitucionales y naturales del sexo opuesto y creían en un Dios que toleraba todos los excesos de los blancos pero no podía soportar la más mínima mueca de inconformidad a personas cuyas pieles tuviesen una pigmentación oscura.

Por eso el impacto del cine de Hollywood en la sociedad mexicana de los cincuentas fue definitivo, ya que comprendía a todos los sectores mayoritarios de la sociedad, debido a que apenas se iniciaba el proceso de permeabilidad social que había sido propiciado por el Plan Marshall, cuando una gran cantidad de empresas norteamericanas se instalaron en México para atender a su propio mercado nacional. Una decisión que se tomó por algunas de las grandes corporaciones industriales para contar con mano de obra barata, sin regulaciones de ninguna naturaleza e inclusive con un alto porcentaje de prerrogativas fiscales. Contrataron a una considerable fuerza de trabajo con ingresos aceptables que a su vez originó el primer grupo de clase media baja en la población mexicana con acceso a la educación media y superior, aun cuando esa nueva clase media emergente era un sector muy pequeño de la sociedad en esa década y sólo creció hasta 1970.

Aunque esa situación aleatoria benefició a México en forma notable, los gobiernos en el poder político de esa época trataron de convencer a la sociedad mexicana que el crecimiento económico derivado del Plan Marshall era el resultado de sus aciertos administrativos y de sus estrategias políticas en el extranjero, cuando en realidad todos los gobiernos de México, después del ‘porfiriato’ sólo habían buscado los beneficios materiales que proporciona el poder político. Quizá con la honrosa excepción de Lázaro Cárdenas, cuyo origen rural y su falta de una cultura histórica global le permitieron conservar un cierto grado de respeto hacia la cultura colectiva de su País donde aún existían residuos de la maravillosa arqueología mesoamericana, varios millones de aborígenes con diversos lenguajes y algunos pedazos de tierra que no controlaban los ambiciosos terratenientes. Cárdenas fue el único presidente de México que pudo percibir la dualidad mitológica (Quetzalcoatl y La Malinche) que había quedado desde el virreinato. Una cultura colectiva a la que los escritores cooptados por el Gobierno denominaron ‘El México Profundo’.

Bajo estas circunstancias llegó por primera vez el cine francés a México, justo después de la terrible desgracia de la Segunda Guerra Mundial que había dejado a toda Europa en terribles condiciones, al destruir sus campos de producción agrícola, pecuaria y marítima, la mayoría de las casas habitación, edificios escolares laicos y eclesiales, más las residencias del Gobierno, todas sus instalaciones industriales y sus infraestructuras para transportación. Era obvio que en dicha década se reflejaran esos momentos espantosos de la Segunda Guerra que sólo pudieron llegar a un pequeño grupo de la emergente clase media mexicana que estaba apenas teniendo acceso a la educación universitaria y en consecuencia a una información que trascendía la frontera mexicana con los Estados Unidos y a la visión del mundo que dictaba el cine de Hollywood.

En la ciudad de Monterrey, cuya población universitaria de esa década era de menos de 10 mil estudiantes incluyendo al Instituto Tecnológico, donde aún no se impartían materias de Humanidades, los asistentes al cine Rex, donde se exhibían los films franceses, eran unas cuantas docenas de jóvenes universitarios y las funciones sólo duraban dos o tres días, ya que la asistencia era baja y no justificaba las exhibiciones prolongadas.

Por fortuna aparecieron en esa época varios grupos de jóvenes universitarios que apoyaron esas funciones del cine francés y lograron que se estableciera en la ciudad un organismo cultural sin propósito de lucro que promovía ese maravilloso espectáculo del cine francés de la década de los cincuentas y los sesentas. Destaca en esa década el primer grupo promotor de cine europeo encabezado por Roberto Escamilla.

De esa década gloriosa del cine francés en Monterrey, algunas de sus películas inolvidables fueron el drama infantil de René Clement titulado ‘Juegos Prohibidos’ (Jeux Interdits) Esta película realizada en 1952 es quizá la primera donde el cine inicia su etapa del Realismo Poético, donde se expresan aspectos variados y contradictorios derivados de las vivencias de la Guerra, además se contemplan la infancia, la familia, la muerte, la orfandad y la pérdida de la inocencia.

‘El salario del miedo’ (Le salaire de la peur) Inicia el cine de Suspenso dentro del Realismo Poético. Es un film de Henry-Georges Clouzet producido en 1953 y basado en una novela de Georges Arnaud que describe el transporte de dinamita en camiones de carga sin ninguna seguridad a través de caminos tortuosos y llenos de peligro. Fue una maravillosa película de cine negro, donde campea el desempleo, el miedo, la acción heroica, la muerte, la pobreza, la redención, el suicidio, los medios de transporte y la valentía.

‘Las Diabólicas’ (Les Diaboliques) Fue otro gran film de Henry-Georges Clouzet de 1955. También dentro del Realismo Poético se desarrolla un drama psicológico de terror dentro de una institución escolar, donde aparece por vez primera el uso de la droga, coexistiendo acciones muy diversas como el abuso, el cinismo, la humillación, el castigo, la culpa, la ambigüedad de género, la paranoia, el sadismo, la traición y la violencia. Surgen además ciertos personajes tan extraños al cine de esa época como la mujer fatal y la relación extramarital justificada.

‘Rififí entre los hombres’ (Du rififi chez les hommes) Un drama de Cine Negro de Suspenso de Jules Dassin realizada en 1955. Como en Las Diabólicas aparecen de nuevo las drogas, el crimen, las enfermedades, la infidelidad, la investigación, la lealtad, la familia, el matrimonio, el secuestro, la tortura, la traición y la venganza.

También a mediados de la década de los cincuentas aparece el cine Documental de Mediometraje donde destacan dos films maravillosos:

‘La noche y la niebla’ (Nuit et bruillard) en 1955, de Alain Resnais donde se analizan y se condenan todos los crímenes derivados de la guerra y del nazismo, el holocausto, los genocidios y la visión política enferma de los radicales xenófobos. Doce años después de terminada la Segunda Guerra, el gran director Resnais viaja lentamente por los destruidos campos de Auschwitz utilizando color en el film para observar las horribles barracas desiertas y los campos donde arrojaban a los muertos con hierba renacida, contextualizadas con las escenas de barbarie de ese mismo campo de concentración filmadas en blanco y negro en 1944, justo al terminar la Guerra y de ahí hasta el Juicio de Nuremberg.

‘El Globo Rojo’ (Le ballon rouge) También es un Documental de Mediometraje realizado por Albert Lamorisse en 1956. Aparece este delicioso drama infantil en medio del cine oscuro que caracterizó a las películas de la posguerra. Muestra los asombros de un niño que encuentra un globo rojo atorado en un farol de un barrio de París. El niño de nombre Pascal juega con el globo y descubre que posee mente y voluntad propia y lo sigue a todas partes por las calles del barrio, donde un grupo de niños malvados se lo quitan y lo destruyen. Cuando el niño está muy triste por la pérdida de su amigo llegan todos los globos de la ciudad, lo atan a ellos y se elevan hasta perderse en el horizonte. No obstante que predomina la belleza y la pureza de la infancia, la amistad y la imaginación, coexisten las conductas negativas, como la codicia, la envidia y la soledad.

‘Un condenado a muerte se escapa’ (Un condamné à mort s’est échappé) Es una joya del cine de Suspenso dirigida por Robert Bresson. Un drama en la Francia ocupada por los nazis donde un militar francés es detenido por el ejército alemán por volar un puente estratégico y es llevado a prisión para ser ejecutado. Desde el momento que llega utiliza todas sus habilidades manuales y mentales para preparar su fuga. Coexisten en el film diversos conceptos y conductas como el aislamiento, el crimen, la huida, el ingenio, la libertad, la muerte, la condena al nazismo, la cárcel, la religión, la resistencia, la violencia y el suicidio.

‘Las noches de Cabiria’ (Le notti di Cabiria) Es una maravillosa tragicomedia del realismo cinematográfico posterior a la Gran Guerra. Dirigida por Federico Fellini en una coproducción franco-italiana en 1957. En una Italia destrozada por la Guerra, la pareja de un gigantón y una mujer muy pequeña realiza un acto circense entre las ruinas de las calles de una ciudad italiana. Dentro de la comedia de humor negro coexisten elementos paradójicos de la condición humana. Junto al amor, la compasión, la esperanza, la felicidad, la candidez, la magia y el matrimonio aparecen la pobreza, la prostitución, el robo, el sufrimiento, la sobrevivencia, el teatro y la traición.

‘Los cuatrocientos golpes’ (Les quatre cent coups) Francoise Truffaut, 1959. Es una joya del neorrealismo cinematográfico que en solo 32 minutos describe un drama infantil muy complejo que está influido por la retórica freudiana de la época. Un adolescente parisino a quién no quiere su madre biológica, aunque su padrastro lo tolera, sufre mucha soledad y odio que se acrecientan cuando encuentra a su madre con un amante. Aparecen algunos elementos de las hipótesis freudianas como la relación madre-hijo, el adulterio, la angustia, la huida y el matrimonio por conveniencia.

Comentario final.- Hemos tratado de explicar, desde una visión mediológica y geopolítica porqué la influencia del maravilloso cine francés de los cincuentas no tuvo consecuencias en la sociedad mexicana, pero quizá lo más importante es conocer porqué el cine francés tampoco tuvo influencia en Europa y aún en Francia. Todo se explica claramente al conocer el desarrollo del cine de Hollywood desde principios del siglo 20, de su simbiosis con el medio televisivo en los años sesentas y a partir del año 2000 con la hipermedia. No hay duda de la certeza de Regis Debray cuando señala que la principal característica del fenómeno mediológico de la transmisión del poder es su secrecía.

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