Además del daño ambiental y para las especies animales, el cambio climático afecta a las personas. Por su condiciones económicas y sociales, México es muy vulnerable a los efectos del calentamiento global.
Según un estudio de Semarnat, el 68% de la población ha sido afectada por desastres naturales, ya que viven en laderas de montañas, barrancas o zonas inundables. Dicho porcentaje coincide con la cantidad de gentes que viven en condiciones de pobreza que son la mitad de los mexicanos según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social.
También es grave la situación para la población del sector agropecuario, cuyas actividades, los cambios extremos de temperaturas y las inundaciones perjudican mucho la productividad, sobre todo en las áreas de riego temporal según el Programa Especial de cambio climático del Diario Oficial de la Federación.
Según dicho informe, los impactos económicos provocados por los fenómenos hidrometeorológicos extremos han pasado de un promedio anual de 730 millones de pesos de 1980 a 1999 a 21,980 millones del 2000 al 2012.
Si México no realiza los cambios necesarios en sus industrias y medios de transporte, los efectos del cambio climático no solo devastarán los ecosistemas, sino que las personas los padecerán en sus viviendas y en sus formas de ganarse la vida.