El propósito fundamental de la Fundación Sesgo ha sido durante casi diez años lograr una visión de la sociedad actual que sea cercana a la realidad y no haya sido distorsionada por la acción de los medios de comunicación masivos sustentados en la palabra, las imágenes y el sonido que a pesar del surgimiento del lenguaje digital, aún conservan gran parte del control de los eventos más importantes en todas partes del mundo. Sobre todo en las regiones que son controladas por los Estados Unidos y China. Para ese propósito hemos intentado diferentes metodologías de análisis de los fenómenos sociales, como la filosofía de la historia, la mitología comparada y la mediología. No obstante, al desaparecer casi por completo el uso de la palabra oral y escrita hacia principios del actual siglo 21, todas esas metodologías que recrean y contextualizan el pasado con el presente, de alguna forma han quedado obsoletas.
Como consecuencia de mi larga trayectoria en el area del periodismo internacional y mi sistema particular de observar los acontecimientos del mundo a través de los principales medios periodísticos globales, he encontrado que la contextualización diaria de las principales noticias que aparecen en dichos medios proporciona una idea bastante clara de lo que sucede en el mundo y aún en cualquiera de las regiones o naciones. En estos momentos críticos en los que está apareciendo una nueva etapa en la historia de la sociedad humana se pueden detectar con facilidad varios factores que son genéricos en todas las diversas regiones y culturas del mundo actual, por lo que utilizando esta nueva y sencilla metodología para el estudio de los fenómenos sociales básicos: el arte, la política y la religión se podrían enumerar los más notorios sin ninguna dificultad.
Quizá el más visible de todos es el colapso económico del Estado moderno, desde la estructura de los grandes imperios hasta las organizaciones más simples de los predios municipales y las comunidades rurales. En segundo lugar aparece el control total de los medios financieros sobre todas las estructuras del Estado en un grado tan alto que las están dejando sin autonomía financiera por largos períodos de tiempo que afectan a varias generaciones futuras. Otro factor de gran importancia ha sido la integración de grandes corporaciones internacionales monopólicas en los ámbitos la energía, la guerra, el espionaje, los desarrollos científicos en los campos de la salud, la alimentación, las tecnologías masmediáticas, las ciencias neurológicas, el transporte, las telecomunicaciones, los espectáculos y toda clase de nuevas tecnologías.
Existen otros elementos integrantes de esta tendencia global hacia un nuevo tipo de sociedad mucho menos visibles que se añaden a los tres anteriores y por razones lógicas de ejercicio del poder político tratan de ocultarlo la élite de familias multimillonarias que tienen el control total de las finanzas y de los poderes fácticos globales. Se esconde la rápida desaparición de la familia tradicional, se tratan de conservar los sistemas de educación laica fundamental, se acomodan a los intereses de los poderosos todos los sistemas de justicia que fueron desarrollados por los Estados Occidentales a partir de la Ilustración, se cancelan todas las responsabilidades empresariales con los trabajadores de la industria manufacturera, mientras se va construyendo una nueva sociedad en la que se busca controlar la demografía de las regiones más pobres con todo tipo de prácticas; desde el envenenamiento con alimentos transgénicos, el aumento de precio de los alimentos básicos y el ocultamiento de nuevas terapias contra enfermedades contagiosas y pandemias, hasta las cruentas masacres escondidas en las zonas de pobreza extrema.
Para ilustrar de forma clara el análisis de los acontecimientos actuales bastaría señalar unas cuantas noticias de carácter global que han aparecido en la prensa internacional en los últimos días, pero que por razones obvias no han sido divulgadas ni reconocidas por los principales gobiernos del mundo Occidental, aun cuando han sido enfatizadas y reiteradas por los órganos mediáticos de China y de Rusia. Por ejemplo, nadie ha confirmado ni negado la compra que hizo Monsanto de Blackwater, la más funesta empresa de mercenarios en el mundo que a pesar de haber cambiado de nombre en varias ocasiones, todo mundo la identifica por las terribles masacres de civiles de Irak, con el falso filántropo Bill Gates que adquirió infinidad de acciones de Monsanto al mismo tiempo que adquiría Blackwater y con algunos de los altos funcionarios del Pentágono y de la CIA. (Jeremy Scahill, reportero de The Nation lo publicó con lujo de detalles en septiembre 15 del 2010).
Otro caso de ocultamiento de información global ha sido la infinidad de casos de espionaje y tropelías de la CIA, de la NSA, del Pentágono y de la Secretaría de Gobierno de los EUA ocasionadas en Egipto, en Libia, en Yemen, en Siria, en Sri Lanka, en España, Francia, en Rusia, en los países árabes, en Argentina, en Venezuela, en Brasil, en México y en otros muchos países del mundo, sin que se la comunidad internacional haya podido formularle un juicio, quizá porque la mayoría de esos gobiernos les temen o son sus cómplices.
También se ha ocultado la razón fundamental del retiro de tropas norteamericanas de Irak, de Afganistán y de toda la región de Arabia y del Medio Oriente, para no señalar el hecho de que todos los hidrocarburos en general han dejado de ser los energéticos fundamentales en el mundo y no perjudicar a las empresas petroleras de USA que están ubicadas en esa región que aun mantienen los precios altos. El principal consumidor actual de energéticos es China – que usa carbón mineral de su propio territorio como principal fuente de energía – mientras el viejo negocio norteamericano de la guerra trasatlántica con barcos, portaviones y aviones ya ha sido desplazada por la de antimisiles (THAAD, Terminal High Altitude Area Defense) donde el combustible básico es el aluminio micronizado que es un desecho de la Guerra Fría con misiles de largo alcance y algún material oxidante para detonarlo. Una nueva guerra donde no hay soldados, no hay muertos, no hay daño a la ecología, no se requieren los energéticos tradicionales a base de hidrocarburos y las ganancias triplican a las obtenidas durante el período de las viejas guerras del siglo 20.
Para finalizar este breve análisis de la realidad actual quiero referirme a la ridícula videograbación del Secretario de Relaciones Exteroriores de los Estados Unidos, John Kerr, quién enmedio de los líderes políticos de Israel y de Palestina pretende crear un acuerdo de paz entre ambas naciones que se concretaría en nueve meses, cuando el lobbyng de Wall Street tenga control total del Poder Legislativo en USA y pueda garantizar, que Israel pueda hacer lo que le pegue la gana en la región, para que Palestina siga siendo su ‘punching bag’, tal como lo ha sido hasta ahora, desde que Israel se posesionó de sus tierras desde los años sesentas. Por lo que regresa a mi mente el humor negro de Groucho Marx cuando decía: ‘quien puede hacer creer a los demás que es gentil, honesto y justo siempre será un triunfador en la sociedad norteamericana’.
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