La Nueva Era Digital

Desde hace miles de años, la contabilidad de objetos y posesiones se realizaba con los diez dedos de la mano o dígitos. En el siglo 16 Leibniz descubrió el ‘cero’ y pudo demostrar que con solo dos números, el ‘1′ y el ‘0′, todos los números existentes se podían expresar con su manejo adecuado. En ese momento histórico se inauguró ‘la era binaria’. Esta maravillosa simplificación favorecía el cálculo de manera automática, donde las máquinas podían llevar a cabo cualquier tipo de cálculos o cómputos que realizaban los humanos. Estas máquinas se denominaron computadoras o computadoras digitales.

Al ‘1′ y al ‘0′ se les denominaron ‘dígitos binarios’ y hasta mediados del siglo 20 se inició la ‘era digital’. Se encontró que las máquinas digitales no sólo se podían emplear para hacer cálculos numéricos a gran velocidad, sino que también podían utilizarse para representar y transmitir todo tipo de información y para procesar textos, sonidos e imágenes. Esta diversidad de usos de la tecnología digital no solo transformó a la sociedad de fines del siglo 20, sino que ha iniciado una enorme revolución en el sistema educativo de todo el mundo, donde la escuela es todavía el paradigma pedagógico y nódulo central del aprendizaje.

Por ahora, la educación digital sólo ha desplazado la implementación del conocimiento fuera de las escuelas, colegios y universidades y la ha llevado a los hogares, a los lugares de trabajo y a los medios de comunicación masiva. El ‘bit’ por segundo es la unidad básica de la nueva tecnología y es una especie de gen que se va transfiriendo entre las nuevas generaciones. Se puede combinar con otros ‘bits’ y viajar a la velocidad de la luz por las redes digitales. Con sólo dos dígitos ( el ‘1′ y el ‘0′) se pueden representar todos los conocimientos del actual mundo analógico. Este proceso se denomina ‘digitalización’ y hasta hoy no existe idea de lo que sucederá con la educación de las nuevas generaciones.

En el mundo actual persiste una metodología totalmente obsoleta para educar. Sobre todo si se compara con casi todas las demás actividades regulares de la sociedad humana donde ya se ha aplicado la tecnología digital. Aunque aún nadie sabe como se manifestará esta nueva tecnología en la educación es un hecho inexorable que sucederá muy pronto y casi sin ser advertida por los humanos. De hecho ya existen varias naciones en el Lejano Oriente, como Corea y Japón y en Europa, Finlandia y Noruega donde han sido instaladas estas nuevas tecnologías educativas desde hace varios años. Como siempre ha ocurrido durante los grandes cambios históricos, la modificación del proceso educativo no generará ninguna resistencia política y social en las naciones más desarrolladas, mientras que tendrá rémoras y oposiciones en las naciones subdesarrolladas o subordinadas de todas las diversas regiones del mundo.

De manera paradójica, el fenómeno social de la globalización es el que más se ha resistido a los cambios en el sistema educativo, aun cuando ha propiciado grandes evoluciones en materia política, cultural, social, artística, científica, financiera y turística. Sin que exista una explicación racional se siguen aplicando las mismas fórmulas educativas de hace varios siglos, sustentadas en los viejos argumentos nacionalistas que ya fueron superados por completo en el mundo globalizado actual. Por desgracia, la mayoría de las naciones se niegan a integrar la nueva tecnología digital a la educación y realizan sólo cambios en la superficie, ya que sus gobiernos perciben una disminución de su control sobre la población si la educación tuviese una normatividad internacional y no estuviese sustentada en las leyes nacionales que pueden interpretar de acuerdo a sus conveniencias particulares.

No hay duda de que existen algunas iniciativas para la globalización educativa, como son las asociaciones internacionales de universidades que tienen intercambio de alumnos y de profesores, los sistemas de reconocimiento internacional de títulos en estudios superiores o los departamentos especializados en profundos estudios científicos (tercera cultura) que existen en las grandes universidades anglosajonas, pero poco se ha logado al respecto, ya que por lo general los miles de becarios que han dado la vuelta al mundo en la búsqueda de la educación globalizada, por lo general se quedan en los lugares de mayor desarrollo cultural y el proceso globalizador de intercambio educativo fracasa por completo.

Aunque es muy probable que las ‘redes digitales’ lleguen a revertir este proceso, el sistema de información ‘on line’ sigue hasta ahora restringido en el ámbito de operaciones financieras y de otros servicios como el transporte aéreo, el turismo y otra serie de mecanismos de propaganda para lograr la venta de bienes y servicios.

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