Colapso del Orden Mundial Actual

 

Los acontecimientos más notorios de la sociedad global actual son en apariencia tan dispersos y tan independientes unos de los otros que resulta muy difícil elaborar una prospectiva científica de los hechos y formular una hipótesis sobre los aspectos vitales del futuro inmediato que incluya todos los hechos más relevantes del mundo actual, no solamente en lo que concierne a los Estados más poderosos, sino a las instituciones de corte internacional donde se manejan los criterios judiciales, económicos, financieros, religiosos, políticos y científicos que rigen la normatividad de la sociedad global actual.

Resulta una tarea compleja y difícil, pero sin duda pudiera ayudar a la sociedad humana a buscar soluciones de corte universal y no tratar de resolver cada Estado y cada institución su problemática particular sin poner atención a lo que pasa en el resto del mundo, ya que desde hace varias décadas ninguna sociedad, ni institución global puede desarrollarse al margen de lo que sucede en el resto del mundo. El evento que acaba de suceder en el Vaticano, con la renuncia de su Papa en funciones es quizá la señal más clara de que la concepción del mundo y sus paradigmas institucionales tienen que ser reconsideradas y actualizadas.

Si al fenómeno del Vaticano le añadimos el evento político más reciente e importante de los Estados Unidos, donde Obama declaró que su Imperio seguirá señalando al mundo la única forma correcta de actuar y continuará en su tarea magnánima de lograr un sistema de equilibrio global con el uso de la fuerza bélica, aun cuando sea criminal, discrecional y secreta. Si observamos que el Imperio chino se ha desentendido de sus ciudadanos para atender los mercados foráneos con la compañías trasnacionales que sus líderes políticos formaron en sociedad con otros Estados y particulares, sin importarles que sus trabajadores rurales hayan emigrado a las zonas industriales para obtener condiciones laborales más decentes. La terrible resultante ha sido que China ya no tiene autosuficiencia alimentaria, por lo que su fórmula para obtenerla se ha convertido en un enigma que nadie ha podido dilucidar, mientras sus líderes políticos se muestran más evasivos que nunca para abordar este enorme problema mundial.

Si a la crisis evidente de los dos más grandes imperios del mundo se añade la actitud soberbia e hipócrita de países como Alemania e Inglaterra que pretenden imponer al mundo europeo y sus colonias una política de austeridad sustentada en sus propias concepciones del mundo y las utopías de desarrollo económico que plantean las naciones con economías emergentes como la India y Brasil no han funcionado hasta ahora, se antoja que este fenómeno mundial del presente se podría contextualizar con las reacciones de las grandes naciones del mundo cuando vivieron los hechos posteriores a la Revolución Francesa y al Imperio de Napoleón, cuando la aristocracia de alto nivel económico buscó legalizar todas las pertenencias que había logrado durante la monarquía, al mismo tiempo que establecía organismos jurídicos y policiales para lograr la preservación de sus fortunas durante varias generaciones de sus descendientes.

Este fenómeno actual que algunos economistas han llamado ‘neofeudalismo’, por su semejanza al que ya se presentó en Europa durante gran parte del siglo 19 y resurgió con el fascismo y el nazismo en el 20, obedece a una condición genética del ser humano que le hiperboliza su sentido de la propiedad personal y le hace llegar hasta la violencia física cuando trata de preservar sus dominios. De la misma forma que será muy difícil convencer a los multimillonarios de Wall Street que los títulos de riqueza que detentan no podrán soportar las burbujas de la desregulación financiera durante muchos años más, ni a los nuevos herederos de la industria bélica norteamericana que el planeta no aguanta más explosiones nucleares, tampoco se logrará que la familia de Jao Jintao desista de instalar sus empresas industriales en las naciones cercanas a los Estados Unidos para proveer ese magnífico mercado, ni los herederos de la gran fortuna del Vaticano cederán sus derechos divinos a ninguna otra institución o nación, por más tentadoras que resulten las ofertas.

En las naciones medianas y pequeñas, además de las que están identificadas como subsidiarias o colonias de las grandes imperios subsiste el mismo criterio de ir convirtiendo al Estado en un garante de la fortuna de los ricos y un elemento fundamental de la impunidad en todos sus acciones para conservar sus riquezas, sin importar que se dañen los intereses de las clases populares , de las reservas naturales o de las propiedades legítimas del Estado. En algunas naciones, como España y Grecia, la clase política en el poder y la aristocracia generan nuevos conceptos contables en la administración pública para esconder sus enormes robos al patrimonio del Estado

Al trasladar el ‘neofeudalismo’ a los ámbitos de las instituciones privadas, el fenómeno conserva sus mismas tendencias, ya que las sociedades especulativas del capital financiero buscan legalizar para siempre el criterio de trabajar sin ninguna normatividad, mientras las empresas privadas del medio industrial han logrado desafanarse de sus compromisos con la clase trabajadora y cada día aumentan sus privilegios para deducir, diferir o cancelar el pago de sus impuestos al Estado.

Conclusiones.- El ser humano y la sociedad en general siempre han tenido intereses primordiales de diversas naturalezas que les impiden ver los hechos con objetividad. En esta ocasión no será diferente, aunque existen nuevos elementos de desarrollo tecnológico, como la hipermedia que podrían influir para lograr una rápida difusión de esta problemática mundial. Quizá para entonces el imperio americano estará diluido entre infinidad de etnias migrantes, China estará integrada con algún territorio en Latinoamérica surtiendo al mercado de Estados Unidos, la Unión Europea habrá conseguido autorización de la comunidad internacional para imprimir su propia moneda sustentada en reservas de platino, el Vaticano será operado por los herederos del Padre Maciel y el presidente de México leerá sus informes de gobierno desde una flamante oficina de Televisa en Washington.

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