Según informe del New York Times, los hispanos representan la mitad del crecimiento del país durante la última década. La población asiática creció más rápido, alrededor del 36% (1/5 de la población total).
Uno de 4 Estadounidenses ahora se identifica como Hispano o Asiático. La población negra creció un 6%, alrededor de un 10% del crecimiento del País.
Mientras que la población blanca disminuyó por primera vez en la historia del país. Estos datos son espantosos para los supremacistas blancos que los consideran como una amenaza apocalíptica.
Por lo que ahora se ve un flagrante intento de suprimir votantes de todo el país. Es notable que los cambios en la población blanca no son uniformes sino que se concentran en estados particulares. Los negros continúan una migración hacia el sur y los hispanos representan cada vez más a la población en edad de votar en los estados claves del suroeste.
A medida que crece la población no blanca en otros estados, también crece su poder político. Muchos de estos estados intentan ahora suprimir los votos no blancos. Lo que explica la falta de voluntad del Senado para aprobar la protección de los votantes.
La supresión de votantes de los republicanos es un intento de apuntalar el poder blanco y de disminuir el poder de los no blancos que el Senado ha permitido hacerlo.
Las personas con poder luchan por conservarlo, por lo que no hay duda de que habrá un profundo cambio lleno de graves conflictos y de división interna de la Nación Estadounidense.