Una Sociedad sin Pasado

En el mundo digitalizado del siglo 21 ya no existe el mismo concepto del pasado de los siglos anteriores. El tradicional proceso de la mente colectiva de contextualizar los hechos del presente con los que ocurrieron en épocas anteriores empieza a carecer de sentido y la mayoría de los eventos ya no pueden ser comparados con hechos similares del pasado, ya que la estructura de la sociedad humana y sus paradigmas han cambiado por completo en sólo unas décadas. Ahora mismo carece de sentido comparar el índice de empleo actual con el que existía durante el auge industrial de los años ochenta. Tampoco es inteligente comparar el flujo de efectivo en el mundo del presente con el que existía apenas hace dos décadas cuando las transferencias por la vía electrónica eran muy escasas. Así como ahora carece de significado contabilizar las reservas energéticas de hidrocarburos contra las de hace solo una década cuando el gran negocio de la guerra trasatlántica consumía varios millones diarios de barriles de petróleo.

Esto no significa la desaparición del pasado en un sentido literal, sino que durante las últimas tres décadas ha existido un proceso minucioso de ocultamiento de la realidad a través del control de los medios masivos de comunicación por quienes detentan el mandato político y económico del mundo. Nadie parece estar enterado de la renuncia de los grandes capitalistas de antaño a invertir en el ámbito de la producción de bienes materiales, originando una total desaparición de los beneficios y derechos para la clase trabajadora en productos manufacturados o que tienen una alta incidencia de operaciones manuales. No es que haya desaparecido la industria y su capacidad de empleo en los países desarrollados, sino que esa responsabilidad ha sido transferida a otras naciones donde el híbrido del capitalismo con un sistema político policial les permite controlar a los trabajadores sin crearles obligaciones a los empresarios.

También se ha ocultado, casi por completo, el hecho histórico cuando Woodrow Wilson permitió la transferencia del control de la emisión de dinero de una entidad pública a una privada desde diciembre 23 de 1913 en una hábil maniobra en la que Wilson recibió el poder a cambio de aprobar la Ley de la Reserva Federal que daba a los banqueros más ricos el control total de las finanzas de los Estados Unidos, ya que la FED imprime el dinero, lo presta al Estado y le cobra intereses. También se ha ocultado la abrogación de la Ley Glass-Steagall en 1999, cuando Clinton se vio involucrado en un lío sexual fuera de su matrimonio y fue obligado por la ultraderecha a abrogar la única ley que controlaba las operaciones con el capital especulativo proveniente de acciones, hipotecas y todo tipo de operaciones de riesgo con documentos y títulos de crédito. La ley Glass-Steagall fue creada por Roossevelt en 1933 y era la equivalente al ‘encaje legal’ aplicado en los financiamientos que provienen del ahorro.

Estos dos hechos históricos ocultos han permitido que unas cuantas familias de multimillonarios sigan controlando al mundo, ya que las otras naciones que han tenido oportunidad de producir dinero impreso para retroalimentar a sus sistemas financieros, como China, Rusia y Alemania nunca lo han intentado y la supuesta ‘Banca Central’ (FED) de los Estados Unidos sigue controlando todo el flujo de dinero del mundo y parece que no lo dejará de hacer en el futuro inmediato, ya que su actual director Ben Bernanke ha presentado su renuncia al final de su período que termina en este año del 2013 y los candidatos para sustituirlo son una Subsecretaria en funciones de la FED llamada Janet Yellen, quien está especializada en el control y generación de nuevos empleos y el más grande pillo que ha existido en el sistema financiero público de los Estados Unidos, Larry Summers, asesor privado de Obama, candidato preferido por Wall Street y principal gestor en la abrogación de la Ley Glass Steagall.

El tercer evento de gran importancia que también ha sido perfectamente ocultado por la élite que controla todos los poderes políticos de Occidente ha sido la estrategia geopolítica que surgió en la época de la familia Bush, cuando el costoso negocio de la guerra trasatlántica se fue convirtiendo en una rentable operación virtual cuyo fundamento fue el ‘terrorismo de Estado’ en el que se creaban supuestos enemigos para los Estados Unidos y su corte de aliados en el mundo Occidental que ahora son combatidos con medios electrónicos y asesinatos secretos con drones, mientras ha surgido una nueva defensa contra estos ‘terroristas’ con la creación de bases de ‘antimisiles’ que estallan en el espacio sideral y son controlados por unas cuantas personas. Este nuevo y rentable negocio de la ‘guerra virtual’ ha permitido a los Estados Unidos y aliados continuar con el control de la sociedad mundial a bajos costos. Poco a poco se retira de las reservas de energéticos del Medio Oriente, del Norte de Africa y de Arabia, sin decir que ya no los necesita para proteger a sus socios del Pentágono y a sus príncipes de Arabia que siguen cobrando los barriles de petróleo a cien dólares, fingiendo desconocer que sus veneros de petróleo han sido confiscados por ‘el diablo’ de la nueva guerra.

Adenda.- Lo que realmente sucede en el mundo digital de hoy resulta inexplicable e incomprensible, ya que los grandes cambios estructurales y antropológicos de las últimas décadas se ocultaron meticulosamente a la mayor parte de los seres humanos. Mi particular conclusión es que – para bien o para mal – el Estado, con todos sus controles políticos, económicos y judiciales ha sido entregado a los grandes banqueros del mundo.

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