El pueblo de Codogno con unos 16,000 habitantes situado en la provincia de Lodi está considerado como el epicentro de la epidemia en Italia que tiene 52 muertos y 2,036 contagiados. Desde el norte del país se ha extendido al resto de Europa hasta llegar a América Latina. Está a unos 45 minutos de Milán y ahí se registró el primer paciente de esta epidemia: un hombre de 38 años del que aún no se sabe cómo contrajo el virus.
Tampoco se conocen las posibles conexiones entre los dos grandes focos de Lombardía y Véneto. Según los medios locales se localizó a un agricultor de 60 años del pueblo de Albettone en Vicenza que visitaba los bares de Vo Eugeneo en Véneto, dónde se cree que se originó el segundo brote.
Junto a otros nueve pueblos, el área de la ‘zona roja’ se encuentra en cuarentena desde el pasado domingo, manteniendo aislados a sus 50,000 habitantes, se han suspendido todos los eventos públicos y se cerraron las escuelas, los museos, los institutos culturales y los comercios.
Otro foco destacado del virus es el Crucero Diamond Princess que se puso en cuarentena el 9 de febrero en Yokohama, al sur de Tokio con 3,100 personas a bordo. Seis de los 12 muertos registrados en Japón hasta ahora eran pasajeros de dicho navío. De modo que el crucero es el origen de los casos detectados en Japón y hay 705 de los 891 confirmados hasta ahora. En esta cifra no se incluyen a más de 100 contagiados comprobados hasta el momento.
Se cree que por lo menos 1,000 personas siguen a bordo del crucero después de que los pasajeros no contagiados desembarcaron durante la semana pasada.
La tripulación del crucero empezó a desembarcar el pasado jueves para ser sometida a aislamiento por 14 días y está previsto que el desembarco se prolongará durante varios días según el Ministerio de Salud de Japón.