Sin excepción, todos los dirigentes políticos y mandatarios del mundo actual fueron formados en el mundo de la Ilustración o bajo los conceptos de mitologías, dictaduras, religiones o autocracias. Por lo que existe una tendencia general a interpretar al mundo bajo esos criterios.
Todavía no llegan al poder las nuevas generaciones de jóvenes que solo creen en el presente y en un futuro muy cercano. El sistema de estado que gobierna al mundo actual cree que la realidad en la que se formaron sigue vigente y de una forma u otra todos quieren regresar al pasado.
Por razones obvias, este criterio se acentúa en las que son o fueron grandes potencias, como China, Rusia, Israel, Arabia Saudita, Francia, Reino Unido y los Estados Unidos, para sólo mencionar a las naciones más conocidas. Aunque ahora ya existen nuevas potencias en formación en el Sudeste Asiático, en Africa y en la ruta de Filipinas hasta Australia.
Lo cierto es que vivimos en un período de transición sin pies ni cabeza donde aún no participan las nuevas generaciones que seguramente conformarán un mundo totalmente distinto al actual, cuando ellos alcancen a tener el control de los poderes económicos, políticos y sociales, quedando en el pasado la idea de que los tiempos pasados fueron mejores.
Esto significará el fin del materialismo dialéctico, de la filosofía de la historia kantiana y el final del ciclo de la sociedad humana en la que predominaron los instintos animales en el ser humano sobre la cultura, los mitos, las religiones, las ciencias y todas las aspiraciones metafísicas del ser humano.
Adenda: A pesar de todos estos cambios que se avecinan, se puede visualizar que viviremos en un mundo mejor que el actual. En una sociedad más pacífica y solidaria.