En Estados Unidos ha habido un aumento alarmante de muertes por desesperación, o sea por drogas, alcohol y suicidio. De los 10 estados que muestran mayor fuerza en los valores tradicionales, 7 tienen muertes por desesperación por encima de la media, lo que refleja la concentración del problema en las zonas rurales y en las ciudades pequeñas donde las oportunidades han desaparecido y el centro de la economía se desplaza hacia áreas metropolitanas altamente educadas.
Por lo general, los políticos no quieren proponer acciones que mejoren realmente la vida de los estadounidenses, aunque hay muchas cosas que se pueden hacer para ayudar a las familias pobres con hijos, como la ayuda financiera, una mejor atención médica y acceso a guarderías.
El punto toral es no alentar a las personas para que tengan más hijos, sino mejorar las vidas de los que tiene para volverlos más saludables y productivos.
Cuando un político se mete en la vida personal de los ciudadanos significa que está en bancarrota intelectual y moral.