Nuevos y Viejos Paradigmas (II)

En el viejo paradigma las decisiones se toman desde la cúpula y ahí se redactan las normas y las reglas que aprueban las leyes, recogen los impuestos, se ubican los parlamentos, los tribunales de justicia, la administración pública y las grandes sedes de bancos y empresas. Mientras que el nuevo paradigma el principio de subsidiaridad se respeta a fondo. Se confía en las personas que cuestionan y manejan sus propios asuntos. Se empodera a las comunidades locales para que tomen sus propias decisiones en materias de salud, educación, orden público, transportes y todas las actividades necesarias para que viva el estado.

En el viejo paradigma, el método científico es la única forma de conocimiento y de verdad. Se considera que lo que no se puede medir, analizar y definir no existe. Mientras que en el nuevo paradigma existen muchas formas de conocimiento, incluyendo a la forma científica. Son igualmente creíbles la intuición, la religión, los sentimientos, la mitología y las historias transmitidas por vía oral. Además del conocimiento empírico se respeta la visión indígena. El viejo paradigma es mecanicista. La Tierra se compara con las máquinas y se considera una materia inanimada y muerta.

En el nuevo paradigma es un organismo vivo, una comunidad biótica, un sistema vivo que se autorregula y se autosostiene.

El viejo paradigma es dualista, tal como lo definía Descartes y es seguido por la mayoría. En este dualismo, la mente está separada de la materia y la rige. En el nuevo paradigma que no es dualista mente y materia son una sola cosa y son inseparables. Y la física cuántica es la física del nuevo paradigma, donde no hay distinción entre el observador y el observado.

El viejo paradigma es jerárquico, sin importar si el sistema clasista proviene de Oriente o de Occidente. Ambos sistemas están dentro de la idea de superioridad e inferioridad. Los negocios se realizan en el marco de jefes y de trabajadores. Así como en las órdenes religiosas hay múltiples jerarquías, la gente sufre sometidas a las jerarquías de color, raza y género, además de que todas las especies sufren por esa desigualdad. No obstante, el nuevo paradigma se basa en las redes. Todos los seres humanos están vinculados a través de una evolución y un origen comunes. Todos tienen una humanidad común y la Tierra es una red de vida y una comunidad biótica.

Dice Satish Kumer, fundador y director de los programas de estudios ecológicos del Schumacher College que en el viejo paradigma se ejerce el poder a través de las fuerzas militares, el dinero o el conocimiento, ya que controlar a los demás forma parte del mecanismo de la educación, el gobierno y los sistemas económicos.

El nuevo paradigma está basado en la participación. La gente participa en el proceso de la vida. Aceptan lo que es y lo que pueden ver, sea lo que sea. Están abiertos a los fenómenos que generan la imaginación, la creatividad y a las cambiantes formas y modelos de la naturaleza. Este nuevo paradigma se construye sobre los cimientos de tierra, alma y sociedad.

Adenda: Pero no hay duda de que los nuevos paradigmas serán realizados por una nueva sociedad de jóvenes dentro de una nueva realidad digital donde han desaparecido los sentimientos y las emociones.