Los Mitos de Occidente (IV) (EUA)

 

El imperio napoleónico en Francia duró un corto período de tiempo y muy pronto se inició la pérdida de sus territorios en Europa y la mano de obra que obtenía en forma gratuita de sus colonias. Por lo que Napoleón I fue destituido de su puesto de monarca y los nuevos dirigentes franceses se lanzaron en la búsqueda de nuevos territorios y de mano de obra barata para poder competir con Inglaterra que se había apoderado del territorio más grande de América del Norte y de su gran cantidad de esclavos, justo cuando se iniciaba el primer período de industrialización de la Historia.

En América del Norte, los ingleses habían conquistado el territorio de los Estados Unidos que estaba en manos de unas tribus de aborígenes y de un residuo de la monarquía española que carecía de influencia política y militar. Por lo que los franceses se asociaron con una élite de científicos, humanistas y políticos de los Estados Unidos que estaban encabezados por Washington, Jefferson, John Adams, Madison, Benjamin Franklin y otras brillantes figuras que buscaban la independencia de su país. De modo que en un corto período de tiempo y con el apoyo militar de los franceses, esta pequeña élite logró con rapidez vencer a los ingleses y echarlos de su país, creando una nueva nación libre, democrática y federativa.

Aunque el proceso independentista había creado dos grupos internos en pugna que así duraron durante un largo período de tiempo, conocido como la guerra entre norte y sur (secesión) que duró hasta mediados del siglo 19 y se logró crear un sistema de dos partidos políticos cuyo primer presidente había sido George Washington. Entre los primeros emigrantes cuáqueros, irlandeses y los miembros de la francmasonería se creó el gran mito de la nueva nación norteamericana que se consideraba como una especie de concesión divina que los protegía de las demás naciones y les daba el privilegio de mostrarles el camino correcto a seguir al resto del mundo mediante la señal del ángel Columbia.

Este mito de la preferencia del ‘dios de la verdad’ fue inspirador de la actitud de líder mundial de los Estados Unidos que aún es compartida por una gran cantidad de norteamericanos y que desde fines del siglo XIX los condujo a iniciar la conquista de territorios de naciones pobres donde podía encontrar materias primas y mano de obra barata. De modo, que para mediados del siglo XX, las guerras planificadas en diversas y lejanas regiones del mundo se constituyeron en la principal fuente de ingreso de esta gran nación. Y hasta los tiempos presentes se conserva ese mito, solo que ahora contiene además un fuerte concepto de soberbia y narcisismo, puesto que se considera que han sido los anglosajones los que originaron esa preferencia divina.

Esta condición de líder mundial máximo de los Estados Unidos ha durado un poco más de un siglo, desde que se creó el sistema del Banco Central (1913) que inició la sustitución de la moneda metálica por el papel impreso. Y aunque han surgido otras grandes potencias económicas, como China y la India, continúa el liderazgo de los Estados Unidos y de su moneda impresa (el dólar americano) y continúa el dominio de sus empresas bélicas. Mientras empiezan a derrumbarse su poderío industrial, su control del comercio internacional, el orden financiero, el sistema monetario mundial y se colapsan los sistemas legales y constitucionales que rigen a la mayoría de las naciones occidentales.

A dicha crisis se añaden varios conflictos originados por la ocupación de territorios agrícolas africanos por las grandes corporaciones transnacionales como Monsanto y Bayer que echaron de ahí a los agricultores nativos para producir gases energéticos a partir de los granos de cereales. Por lo que cientos de miles de ellos han emigrado hacia Europa en la búsqueda de su sobrevivencia. Otro tanto sucede con el conflicto regional del Medio Oriente que fue iniciado por el ISIS, una especie de sustituto del viejo terrorista Osama bin Laden, que había sido creado por los ‘halcones’ del Pentágono para justificar las acciones de sus grupos de mercenarios y de sus gastos millonarios en sus más de ochocientas bases militares que tienen alrededor del mundo.

Además de estos dos grandes conflictos señalados habrían de añadirse el gran problema de los judíos que están quedando sin la protección de Estados Unidos y piensan que obtendrán mayor protección de Irán y de Rusia mediante la invasión de territorios palestinos y el incremento de su arsenal bélico. Y es aún mayor conflicto el que ocasiona la presencia de Trump como presidente de los Estados Unidos. Un personaje surgido de los shows televisivos, donde la realidad no se conoce y se inventan posverdades o mentiras salvajes a diario.

Adenda: Para fortuna de todo el mundo, la gran burocracia que gobierna a los Estados Unidos ha ido morigerando las acciones de Trump y no se ven a la vista graves problemas, sino los ocasionados por una diplomacia en decadencia y por los graves conflictos que puedan surgir inesperadamente por la falta de control de las variables ecológicas que son las que están causando mayores problemas en todo el mundo. Ya que China y la India están convencidos que el tiempo de las guerras ha pasado y no hay forma de que se les incluya en procesos violentos de carácter global.