Si se propagara el coronavirus chino hasta hacerlo una pandemia se podría convertir en un crac bancario y financiero global. En Europa ya se han dado llamadas de alerta. Las economías de las principales naciones europeas están deprimidas y sus mercados en China para productos automotrices e ingenieriles se han contraído mucho desde el principio del año.
La caída de las tasas de interés de los certificados del Tesoro de los Estados Unidos se desplomó a los niveles más bajos de la historia. Los bancos de Estados Unidos están perdiendo y ahora amenaza con golpear a sus 200 billones de dólares de derivados de permutas de tasas de interés.
La gran caída en el mercado de valores esta semana la encabezan las acciones de los bancos y de sus socios, en los derivados financieros y en las compañías de seguros.
La actividad financiera de Estados Unidos y de la mayoría de las economías europeas se basa en el gasto para consumo, sus sistemas financieros y la bursatilización del consumo, al mismo tiempo que la producción se globaliza en busca de mano de obra más barata.
En la batalla de China contra el coronavirus, el consumo se ha llevado la peor parte y lo mismo sucederá con todos los países que experimenten epidemias a gran escala.