Ante el repunte de casos por la variante ‘Delta’, el gobierno de Estados Unidos informó ayer que todos los empleados federales deberán comprobar que están vacunados o someterse a pruebas continuas para detectar el Covid-19 con uso obligatorio de cubrebocas.
Biden pidió a los gobiernos estatales, locales y territoriales pagar 100 dólares a cada estadounidense recién vacunado para impulsar las tasas de inoculación y anunció que la vacunación será un requisito para militares y aspirantes a ingresar al ejército.
Los trabajadores federales y los contratistas ‘in situ’ tendrán que mostrar una prueba de vacunación o llevar mascarillas, practicar el distanciamiento social y someterse a pruebas periódicas.
Las medidas de Biden servirán a las empresas privadas y a otras instituciones para que sigan evaluando el regreso de los trabajadores a sus lugares de trabajo.
Según los Centros para el Control de Enfermedades (CDC), el 69% de los adultos han recibido una dosis de vacuna y el 60% están plenamente inmunizados.