China está invirtiendo en puentes, puertos, líneas de ferrocarril y carreteras en todo el mundo. El sueño de la Nueva Ruta de la Seda le cuesta a China cientos de miles de euros. Xi Jinping promete desarrollo y riqueza no sólo para China sino para el mundo entero.
En 2019 Italia se incorporó a la Nueva Ruta de la Seda. Se acordaron inversiones en el puerto de Trieste, aunque existen voces críticas, sobre todo en Europa contra el proyecto, ya que se teme que China consolide su supremacía mundial y divida a Europa.
En Tuzla, Bosnia se construye una nueva central eléctrica de carbón con la ayuda de China. Sobre este proyecto hay opiniones divididas, ya que unos creen que se mejorará la calidad del aire y otros no entienden por qué Bosnia se está atando al carbón por los próximos 40 años.
En Serbia, los chinos han invertido en una vieja fábrica de acero y en una mina, construyeron un puente sobre el río Danubio y una autopista. Para Serbia el proyecto más importante es una línea de ferrocarril entre Belgrado y Budapest, pero Hungría no ha iniciado ningún proyecto con los chinos a pesar de que su presidente Victor Orban siempre señala la importancia de tener a China como socio y las ventajas de que la Nueva Ruta de la Seda puede traer a Hungría.