Hace apenas unos días que China pasó de la democracia a la dictadura cuando su máximo líder político Xi Jingping informó que cambiará la constitución de China, para que él pueda gobernar como presidente todo el tiempo que quiera. Este gran cambio significa que la apuesta de hace 25 años que hizo Occidente porque China transitaría hacia el modelo democrático ha fracasado por completo.
Pocos años después de que se colapsó la Unión Soviética, Occidente dio la bienvenida al otro gran país comunista del mundo en el orden económico global que era China. Ya que los líderes de Occidente creían que si se le daba un espacio a China en las instituciones globales, eso la vincularía al sistema basado en reglas que se estableció después de la Segunda Guerra Mundial. Creían dichos líderes que la integración económica alentaría a China a moverse hacia una economía de mercados como la de Occidente y que a medida de que se hicieran ricos, sus pobladores anhelarían las libertades democráticas y los derechos que otorga un estado democrático. Desafortunadamente eso no sucedió y aunque China se ha enriquecido más de lo que nadie pensaba su gobierno se ha movido hacia una dictadura y el País se ha orientado hacia la represión y el control estatal.
Xi Jingping ha utilizado su poder político para reafirmar el dominio del Partido Comunista y de su posición como líder máximo. Ha formado una campaña contra la corrupción en la que ha destruido a sus rivales potenciales. Ha reorganizado al Ejército de Liberación del Pueblo (ELP) para asegurar su lealtad al partido y a él en lo personal. También encarceló a los abogados que pensaban libremente y eliminó las críticas al partido y al gobierno que se realizaban a través de la prensa y del internet.
Anteriormente China no manifestaba ningún interés por la vida de otros países, siempre y cuando lo dejaran en paz. Sin embargo, ahora considera a su sistema político como un rival de la democracia liberal. En el XIX Congreso pasado, Xi ofreció una nueva opción para otros países donde involucra a ‘la sabiduría china’ para resolver los problemas que actualmente enfrenta la humanidad. Luego dijo que en China no exportaría su modelo político pero siente que Estados Unidos no solamente es un rival económico, sino también ideológico.
Ahora mismo China se ha integrado a la economía global y es el mayor exportador del mundo con poco más del 13% del total. También es el hogar de doce de las 100 empresas más ricas del mundo y ha creado una prosperidad extraordinaria para sí misma y para quiénes hacen negocios con ella.
No obstante todo este éxito, China no es, ni será una economía de mercado, pero controla cada vez más a las empresas que son un brazo del poder del Estado. Considera además, como estratégicas a un gran número de industrias. En su plan ‘Made in China 2025’ establece el subsidio y protección para crear líderes mundiales en diez industrias, entre las que incluye la aviación, la tecnología y la energía que son casi el 40% del total de sus manufacturas.
Aunque China adopte algunas de las reglas de Occidente, también está creado un sistema propio en paralelo. Como en el caso de ‘Belt & Road’ que permite invertir más de un billón de dólares en los mercados extranjeros que hace verse pequeño al viejo Plan Marshall. También pide a los poderes occidentales que acepten la resolución de disputas con las leyes chinas.
China usa a los negocios para enfrentar a sus enemigos como fue en el caso de la Mecedes-Benz que tuvo que emitir una disculpa humillante ante China. También castiga el comportamiento de sus gobiernos como cuando Filipinas impugnó el reclamo de China sobre Scarborough Shoal en el Mar del Sur de China y entonces China dejó de comprarles plátanos aduciendo falsos motivos de salud.
Además de este gran poder en el comercio están sus fuerzas armadas, por lo que se comporta como una superpotencia regional decidida a expulsar a los Estados Unidos del este de Asia. Ahora mismo, la inversión de China en armas modernas está causando gran temor a los Estados Unidos que no ha querido o no ha podido detenerlo en esa región del mundo.
Adenda: Este inesperado giro en la política y en la economía China podría convertirse en el inicio de la Tercera Guerra Mundial y del final del género humano en el Planeta Tierra o podría ser el origen de una nueva sociedad mundial que viva en una paz permanente.