Una de las preguntas más inquietantes del momento es porqué se ha modificado tanto la monogamia y la vida de pareja en los últimos 20 años. Durante los cuáles aumentaron los divorcios consensuales, los matrimonios bajaron en forma acelerada y se legalizaron las parejas de la diversidad sexual creando una revolución sin precedentes en la historia de la civilización humana. Según Eleanor Faur, la socióloga y profesora de la ONG ‘Idaes’, hay que indagar los conceptos del siglo XXI sobre el amor, el deseo y el poder que se requieren desechar para lograr vivir feliz en este siglo.
Dice Eleanor Faur que en el terreno legal y en términos culturales, las parejas solo admiten un contrato entre dos personas, pero estos contratos solo admiten a dos personas. Pero estos contratos son mucho más frágiles que en el pasado y están entrelazados por una tensión en el campo de las ideas. El amor romántico ideal no solo caducó, sino que se volvió más exigente. Este ideal supone en la actualidad que se debe sostener el amor, la pasión y la comunicación a la pareja y a la familia. Además de compartir las economías de ambos sin renunciar a los proyectos individuales de cada uno de ellos.
Dice Faur que los nostálgicos del presente soslayan los ‘matrimonios de antes’, sobre todo quiénes no los vivieron y extrañan un pasado que como los ‘paraísos perdidos’ nunca existió. En el mundo actual se exige más a la pareja que en otros tiempos, en términos de compatibilidad con la propia independencia, con el trabajo, con otros vínculos e incluso con la felicidad individual.
Según Faur, es probable que esto se deba en parte a la baja de los costos de sus vidas, a la legalidad de los divorcios y a la posibilidad material de que las mujeres se pueden mantener sin tener marido. Además que en el mundo actual todo se elige en virtud del deseo personal y no por necesidades materiales, religiosas, sociales o morales.
Por su parte, Isabella Cosse, investigadora autónoma del Conicet (CONSEJO DE PERSONAL DE APOYO) y de la UBA (Universidad de Buenos Aires), autora del libro ‘Pareja, sexualidad y familia de los años 60’, aclara que la doble moral que caracteriza el tratamiento de estos temas vuelve muy difícil comprender los cambios que existieron a lo largo de la historia. Explica Cosse que en 1940 casi uno de cada tres niños eran registrados como hijo natural o ilegítimo. Lo que permite comprender cuales eran los límites de la monogamia en el pasado reciente.
Cosse coincide con el diagnóstico de Faur en los siguientes datos: En la actualidad han aumentado los hogares de niños que están a cargo de mujeres – del 18% en 1994 al 26% en el 2005 – mientras que los hogares unipersonales han aumentado del 14 al 16.5% en ese mismo período. También se disminuyó la proporción de quiénes nunca vivieron esa situación. O sea que aumentó el número de personas que no viven en pareja, al mismo tiempo que quiénes nunca han tenido una relación de pareja. Dice Cosse que no existe una devaluación del valor social de la pareja, sino una mayor expectativa sobre lo que ella debería ofrecer. O una menor tolerancia al malestar o a la insatisfacción con la pareja.
Sobre este mismo tema, en el libro del periodista Emily Witt ‘Future Sex: A New Kind of Free Love’ explora la forma en que podemos pensar medio siglo después del ‘verano del amor’ y las utopías del amor libre. Entre otras prácticas, Witt investiga el ‘poliamor’ y pregunta por las diferencias de este nuevo estilo de vida con el de la sexualidad ‘mainstream’ y piensa que ahora mismo no se vive lejos de esa nueva realdad.
Según Witt, un habitante ‘promedio’ de una ciudad en el Siglo XXI, del género u orientación sexual que sea, es probable que pase varios períodos a lo largo de su vida en los cuales tendrá relaciones sexuales breves, sucesivas o simultáneas. Quizá el término de ‘soltero’ sea el que más se acomoda con esa persona, pero es una experiencia que no se parecen en nada a la de una joven soltera de los años 50, que vivía con sus padres y con una vida sexual nula o clandestina. Por lo que Witt dice que en las últimas décadas no ha cambiado la forma de vivir en pareja, sino la forma de vivir fuera de la pareja.
Adenda: Seguiré con este tema de la monogamia en el siguiente capítulo.