Esta huelga ya tiene varios meses provocando grandes despidos en la cadena de suministro de automóviles causando cancelaciones de puestos de trabajo en las fábricas que suministran piezas a GM, además de que cerró los restaurantes que dependen del patrocinio de los trabajadores automotrices.
También han cerrado las plantas modificadas genéticamente de las fábricas estadounidenses, tanto en México como en Canadá. En Flint Michigan, al menos 1200 camioneros y empleados de producción de proveedores quedaron sin trabajo, incluyendo a cientos de Lear, un proveedor de asientos para GM.
La huelga también le costó al sindicato, a sus miembros y a GM cientos de millones de dólares en cuotas, salarios e ingresos perdidos. En Estados Unidos apagaron 34 plantas transgénicas y sus trabajadores en huelga tuvieron que conformarse con un subsidio del sindicato de 250 dólares por semana.
Si se ratifica el contrato de GM. La UAW (United Automobile Workers) centrará su atención en Ford Motor y en Fiat Chrysler, cuyos contratos expiraron en el pasado septiembre 14, aunque los trabajadores siguieron informando a las líneas de ensamble.
GM tiene una fuerza laboral UAW más pequeña que sus rivales de Detroit, pero el sindicato se apoya en GM, debido a sus grandes ganancias de 35,000 millones de dólares en América del Norte, mientras cerraba plantas en Estados Unidos.
Los expertos creen que quizá la UAW desea hacer tratos similares con Ford y Fiat Chrysler, lo que es una práctica estándar conocida como ‘negociación de patrones’.
Adenda: Nadie sabe en que terminará esta huelga, pero es obvio que la mayor empresa productora de automóviles de combustibles está en su fase final, debido a la llegada de los vehículos eléctricos.