Después de que Rusia y Estados Unidos entraron en grave disputa debido al ataque de Estados Unidos contra una base aérea del régimen sirio, George Friedman, el brillante experto en geopolítica y asuntos internacionales hizo un análisis sobre este conflicto en el que plantea 3 cuestiones básicas: la estrategia de Estados Unidos en el Medio Oriente y Rusia y la estrategia rusa en general.
Dice Friedman que ninguno de los dos países tiene estrategias claras y explica que Estados Unidos quedó atrapado en un fuego cruzado desde que intervino en Irak para derrocar a Sadam Hussein. Lo lógico era permitir a la mayoría chiita formar un gobierno, pero estaban influenciados por los iraníes. Mientras los chiitas apoyaban a Estados Unidos porque esperaban gobernar, en tanto que Washington bloqueó la creación de un régimen chiita para limitar la influencia de Irán en Irak.
Después de esto, los Estados Unidos nunca logró el control de Irak y firmó alianza con bloques sunitas, pero al surgir ISIS se demostró que no había funcionado. Entonces Trump decidió atacar a Siria y el Secretario de Estado Rex Tillerson declaró que los días de Al Assad estaban contados sin explicar porqué.
Dice Friedman que Estados Unidos eligió tomar este camino ‘porque no tenían una solución al problema y no podían dejarlo por razones estratégicas y políticas, por lo que buscaron soluciones fácticas’.
En relación a las políticas rusas y a las expresiones de deseo de Trump de acercarse al Kremlin en la lucha contra ISIS, Friedman consideró que no era una idea tan absurda como dijeron los detractores de Trump. No obstante, la política regional de Rusia no es derrotar a ISIS en este momento, sino crear retos a Estados Unidos para que la Casa Blanca pida ayuda a Rusia y de esta forma Putin recobraría la vieja política de la Unión Soviética.
Concluye Friedman diciendo que tanto los rusos como los estadounidenses desarrollan tácticas sin estrategia alguna.