La Crisis Energética Y La Ecológica

Tras la caída brutal de los precios del petróleo a nivel mundial hemos intentado formular una prospectiva geopolítica de corto plazo y muy sintetizada en el artículo anterior, donde a grandes rasgos se señalan los impactos más visibles de este fenómeno político y económico que no sucedía con tal intensidad desde 1973. No obstante, nuestro análisis se concretó a señalar a los países que habían sido beneficiados y a los perjudicados, sin tratar de averiguar las causas principales que generaron este evento extraordinario, no se crearon hipótesis conspiracionistas, ni de políticas de dominio o de control por parte de las naciones más poderosas del mundo por la sencilla razón de que carecemos de la información documentada para poder fundamentarlas.

En este segundo intento de análisis del fenómeno de la caída del petróleo presentamos dos elementos que no fueron considerados en el artículo anterior que sin duda podrán ampliar la visión del grave evento que ahora acontece y quizá se podrán determinar en cierto grado sus causales y la probable duración de sus efectos en el mundo. Como primer elemento de este análisis trataremos de presentar los hechos que sucedieron en Irak, después de que las tropas norteamericanas y las de sus aliados abandonaron el territorio ocupado por decisión del Presidente Obama en el año del 2012.

Aunque se abandonaron las instalaciones bélicas y gran parte de la costosa parafernalia que atendía a los militares y a los grupos mercenarios; desde hospitales, restaurantes, clínicas médicas, teatros, espectáculos, burdeles y centros de diversión; las empresas petroleras instaladas ahí no han sido movidas de su lugar y se sigue cumpliendo el principal y único propósito de la invasión que era el de posesionarse de los territorios donde se encuentran las reservas petroleras más grandes del mundo (112, 000 millones de barriles de crudo) que se explotan a costos muy bajos que apenas alcanzan los 8 dólares por barril. Mientras se calcula que existen más de 100,000 millones de barriles en otras zonas de Irak donde aún no se ha hecho una exploración minuciosa.

Las macro empresas petroleras Mobil, BP y Shell permanecen en Irak y luchan a través de los Gobiernos de sus países para legalizar sus posesiones por la vía constitucional y permanecer por siempre en esa zona que es la segunda en reservas del mundo – después de Arabia Saudita – aunque para ello hayan tenido que crear sociedades en ciertos territorios con empresas chinas y del sudeste asiático: BP se asoció con CNCP (China National Petroleum Corporation) en la planta de Rumaila que cuenta con 17,000 millones de barriles de reservas de crudo y la Shell Oil se asoció con Malasya Petroleum Bhd en el campo de Majnún, el más grande de Irak con reservas probadas por 25,000 millones de barriles de crudo.

Otro aspecto muy importante relacionado con la actual crisis de la caída de los precios del petróleo es el referente al grave momento que vive el Planeta de poder perder su equilibrio ecológico debido a la gran cantidad de emisiones industriales que generan los gases de efecto invernadero que han producido un cambio climático que puede ser irreversible. Según el Instituto de Responsabilidad Climática, con sede en Colorado, USA, la actual crisis es causada por solo noventa empresas que entre ellas generan las dos terceras partes de las emisiones de gases con efecto invernadero. De acuerdo a Richard Heede, líder del estudio sobre cambio climático, el total de emisiones industriales desde 1751 han sido 1450 gigatoneladas, de las cuáles, la mitad se produjo en los últimos 25 años, antes de que los Gobiernos y las Corporaciones se dieran cuenta de que esos gases habían originado el cambio climático.

Según Richard Heede, 83 de las 95 empresas se dedican a la producción de petróleo, gas o carbón y las 7 restantes son productoras de cemento. Muchas de esas empresas están ubicadas sobre importantes reservas de combustibles fósiles que si se incendiaran pondrían al mundo en grave peligro. Cincuenta de las empresas de la lista que hizo Heede son privadas. Chevron Texaco es el mayor productor de dichas emisiones con el 3.5% del total, Exxon está en segundo lugar con el 3.2% y BP con el 2.5%. El resto de los emisores de gases son empresas estatales como Saudi Aramco de Arabia Saudita y Stateoil de Noruega. Aunque se han realizado cumbres internacionales sobre el cambio climático en Varsovia y en Sud América en el 2013 y el 2014, el acuerdo final se firmará en París el próximo año para entrar en vigor en el 2020.

Es evidente que ninguno de estos dos grandes problemas podrá tener arreglo en el corto plazo, por lo que debe suponerse que el precio del petróleo se mantendrá por debajo de los 60 dólares por barril durante largo tiempo, ya que toda la producción de Irak – que no es registrada como importación en los Estados Unidos por no traspasar sus fronteras – seguirá inundando el mercado de la región más cercana, mientras Estados Unidos y China estén asociados en el negocio de los hidrocarburos y no haya posibilidades de una guerra trasnacional de gran magnitud. Todo lo que intente Rusia no será de gran trascendencia, ya que es una economía en bancarrota y quizá no logre salir de esa situación durante varios años más. Sobre todo si no logra construir el gasoducto por donde surtirá hidrocarburos a China según el acuerdo firmado hace solo unos meses.

Adenda.- En el ámbito de los Estados Unidos,la Agencia Internacional de Energía (EIA) reporta una producción de 270 millones de barriles por mes y una importación de 290 barriles por mes que significan 560 millones de barriles por mes y son equivalentes a 18.4 millones de barriles diarios, por lo que nuestros vecinos se preparan para explotar nuestro crudo de aguas someras, cuyo costo de extracción no alcanza 20 dólares por barril, hasta que se acaben nuestras reservas. Es obvio que a nadie le interesará el ‘grandioso proyecto’ de Peña Nieto de explotar el gas y el aceite ‘shale’ cuyo costo de explotación superará al precio de venta y la denominada ‘gran reforma energética’ está destinada a ser otro gran fracaso del Gobierno mexicano.