De forma circunstancial y momentánea abordaré en esta ocasión un evento de carácter global que aparenta tener una dimensión regional sobre los procesos electorales del Estado de Nuevo León que culminarán el próximo día 6 de junio con la emisión de los votos en miles de casillas instaladas en diversas regiones del Estado donde acudirán alrededor de millón y medio de votantes que representan cerca del 50% de la población en edad electoral. Situación que coincide con el promedio histórico de la población que acude a votar en los últimos años, desde que se creó una institución nacional para registrar a todos los votantes potenciales de la nación mexicana en 1991.
Lo insólito e inédito de este proceso electoral ha sido la aparición de candidaturas autónomas que no pertenecen a ninguno de los partidos registrados en el Instituto Nacional Electoral, una de las cuáles tiene gran posibilidad de triunfar mediante votos reales y dentro de la más estricta legalidad. Este fenómeno político que ahora ocurre en México no obedece solo a la menguada y patética capacidad administrativa del Gobierno federal y a la corrupción rampante en el Gobierno estatal de Nuevo León, sino que se trata de un evento con proyecciones en muchos de los Estados del mundo que operan bajo el supuesto sistema de la democracia republicana creada en Occidente desde fines del siglo 18 a raíz de la Independencia de los Estados Unidos y posteriormente de la Revolución Francesa. Aunque en los hechos y como una comedia de humor negro, la denominada ‘democracia republicana’ haya sido establecida durante el reinado de un monarca francés (Napoleón Bonaparte).
Lo interesante de este evento que ahora acontece en el Estado de Nuevo León de México es que, con ligeras variantes se ha presentado en gran cantidad de los principales Estados democráticos de Occidente, desde Francia, Reino Unido, Alemania, Italia, Bélgica, Holanda y España, hasta las grandes naciones de Latinoamérica, como Brasil, Chile y Argentina. Ahora mismo está generando una profunda crisis en la política electoral de los Estados Unidos, en las naciones del norte de Africa, el Medio Oriente y las repúblicas que dependían de la Unión Soviética, donde se llevan a cabo los procesos electorales con los métodos básicos de la votación democrática y representativa de Occidente.
Es muy difícil crear una hipótesis sobre la etiología de este fenómeno político que acontece en las democracias occidentales, pero existen por lo menos tres elementos causales y visibles para todo el mundo que han acontecido durante la segunda mitad del siglo XX y se han potencializado durante los primeros años del siglo XXI: 1.- El control de los mercados y las finanzas con una moneda de cambio universal (el dólar) que inhibió el desarrollo de muchas naciones del mundo y creó un control mundial de las finanzas del mundo por una élite familiar multimillonaria. 2.- El nacimiento de la economía criminal traficando con drogas, personas, órganos y una veintena más de actividades ilegales hacia fines del siglo XX. Estos grupos criminales pelean contra los Gobiernos, o se asocian con ellos para aumentar sus riquezas materiales. 3.- El surgimiento del mundo digital con sus consecuencias en la sociedad familiar tradicional, en el rediseño del cerebro humano y en la creación de los nuevos paradigmas del ser humano.
En cada país o región del mundo es diferente el principal origen del debilitamiento del Estado democrático y de sus procesos electorales, ya que existen regiones donde hay poca corrupción y un mínimo desarrollo en la economía criminal, como es el caso de Suiza, Dinamarca y las naciones escandinavas, mientras hay naciones con grandes mafias criminales, como el caso de Italia, Bélgica, Francia y Reino Unido, donde los grupos criminales tienen un poder político y económico enorme, construyendo nuevas rutas para sus actividades e incidiendo mucho en la actividad política de sus naciones.
En el caso particular de México, su desarrollo económico se frenó desde hace poco más de 30 años y el partido político que lo controlaba (PRI) desde hacía más de siete décadas no tuvo más remedio que aceptar el castigo que le impuso Washington para darle oportunidad a otro viejo partido (PAN) que nunca había alcanzado un puesto político de importancia a nivel nacional. Los presidentes del PAN fueron igualmente ineptos y corruptos, por lo que ahora tiene el PRI una nueva oportunidad, pero el desarrollo de las mafias criminales y de las nuevas generaciones de la familia política que gobernó durante décadas luchan o se asocian entre ellos y generan una realidad política muy confusa y compleja, como la que ahora mismo existe en el Estado de Nuevo León, donde las familias de los últimos dos gobernadores (Natividad González Parás y Rodrigo Medina) se han ido apropiando de los recursos naturales regionales, de las propiedades inmuebles con futuro y de las actividades económicas más redituables transladando a los Estados Unidos gran parte de dichas riquezas.
Esta situación ha llegado a un grado extremo y a la mayoría de la población del Estado ya no le interesa que gobiernen los partidos políticos institucionales y sus parientes, amigos y sicarios a su servicio, sino simplemente desean terminar con la partidocracia para siempre. Es obvio que en el muy probable caso que gane el candidato independiente con mayor ‘rating’ el proceso legislativo para instalarlo y hacer operar su gobierno tendrá un alto grado de complejidad y podría transcurrir un período largo de tiempo hasta que la nueva autoridad pudiese gobernar. Pero es tan grande el daño causado por las dos últimas familias que gobernaron Nuevo León que la mayoría de los votantes consideran que esperar es una mejor opción que permitir que las familias que gobernaron por 12 años al Estado sigan con posibilidades de seguir robando.
Adenda: Existen casos similares al de Nuevo León en otros estados de México, pero todos ellos pueden ser resueltos por los procedimientos legales convencionales o por impugnaciones a los procesos electorales, sólo el caso del Estado de Nuevo León parece no presentar fisuras legales de ninguna clase. Es obvio que detrás de la candidatura independiente de ‘El Bronco’ existen una serie de apoyos millonarios de empresarios y de familias políticas que pretenden tomar el sitio que dejarán las actuales familias de pillos y ladrones.