Rusia vive ahora graves momentos de tensión debido a la intensa represión policial contra las marchas masivas en todo el país reclamando la liberación del líder opositor Alexei Navalny y ya hay más de 3,400 detenidos.
A pesar de las gélidas temperaturas de casi 50 grados Celsius bajo cero en Siberia, ni las violentas acciones policiales lograron desactivar las protestas en cerca de 90 ciudades desde Moscú hasta Vladivostok.
Las protestas se iniciaron al este de Rusia en Vladivostok, Kobarobsk, Novosibirsk y Tchita ante un gran despliegue policial. Poco después fue en Moscú donde se congregaron miles de manifestantes con carteles que decían ‘Rusia será libre’ y ‘Basta de Dictadura’ quiénes se opusieron a la detención de Navalny, el principal opositor de Putin.
También fue detenida la esposa de Navalny frente a miles de personas que estaban en la plaza Pushkin. Al final, la policía expulsó a los manifestantes de la plaza mientras miles de personas se reagrupaban en un amplio boulevard a un kilómetro de distancia arrojando bolas de nieve a la policía.
Las protestas se extendieron desde la ciudad isleña de Yuzhno – Sakhalinsk al norte de Japón hasta las ciudades europeas más pobladas de Rusia.