Hay una tensa calma en la que viven los estadounidenses, aterrorizados por las políticas represivas de sus gobiernos en turno. De modo que existe una manifestación evidente de una gran crisis humanitaria interna.
Si se reúnen los problemas de la pandemia del covid-19 con el fracaso del sistema de salud privado y la crisis económica creciente se llega a la saturación de un sistema económico, social y político explotador y criminal que siempre coloca al capital y a sus dueños por encima del ser humano y de sus vidas creando un sistema que envía sus recursos a la guerra en lugar de destinarlos a la paz.
Según las cifras tomadas del ‘Registro de las Violaciones de Derechos Humanos de EUA en 2019’ y publicado por la Oficina de Información del Consejo de Estado de la República Popular China en marzo del 2020, en Estados Unidos 1 persona muere cada 15 minutos por arma de fuego. En 2019 murieron 39,052 personas por disparos. El FBI estimó 1,206,836 crímenes violentos ocurridos en todo el país durante el 2018, incluidos asesinatos, violaciones, robos y asaltos con agravantes.
El número de asesinatos en masa alcanzó un récord de 415 en el 2019, o sea más de un tiroteo diario. Estados Unidos es el país del mundo con más armas de fuego en manos de civiles con un promedio de 120.5 armas por cada 100 habitantes.
Según el Instituto Nacional de Abuso de Drogas, 630,000 personas murieron por sobredosis de drogas en todo el país entre 1999 y 2016. En 2017 fallecieron 72,000 por dicha causa, es decir un promedio de 200 personas por día. En Estados Unidos 1 de cada 16 estudiantes del último año de secundaria reportó el uso diario de marihuana.